En esta entrada os contamos nuestra visita por algunos de los rincones más conocidos y míticos de Beijing como son la Ciudad Prohibida y la mítica Plaza de Tianmen. Para entrar a ambos lugares tuvimos que pasar férreos controles de seguridad que se traducían en colas larguísimas. Por cierto, este era el último día completo de nuestro viaje a China por Libre. Nos daba mucha pena abandonar este país del que tanto habíamos aprendido, pero una nueva aventura nos estaba esperando….Por supuesto, nuestro último día iba a ser intenso al igual que el resto. Te contamos nuestra experiencia y todos los detalles en esta entrada. ¿Nos acompañas?
Anteriormente…
El día anterior visitábamos la Gran Muralla China en Mutianyu. Escogíamos este tramo de la muralla por estar más alejado de Pekin y, por lo tanto, no tan masificado como lo están otros tramos más próximos. Llegar nos tomó 2 horas en transporte público pero mereció muchísimo la pena! Os contamos paso a paso cómo llegar! Si todavía no lo has hecho, no te puedes perder esta entrada:
Día 28. Pekin: la Gran Muralla China en Mutianyu
Contents
Pekin: cómo visitar la Ciudad Prohibida
Hoy teníamos muy claro que iba a ser un día intenso y que íbamos a necesitar mucha paciencia y energía para superar todas las colas que tendríamos que hacer en los accesos…Empezábamos por el principio: entrar en la Ciudad Prohibida.
Cómo comprar las entradas para la Ciudad Prohibida
Antes de que abrieran las puertas, nos plantamos en la entrada de la Ciudad Prohibida. Llegamos a recinto y nos encontramos con una masa enorme de gente haciendo algo parecido a una cola.
Nosotros como no teníamos ni idea de lo que teníamos que hacer, uno de nosotros se puso a hacer cola y el otro se fue a investigar cómo comprar las entradas.
Para comprar las entradas a la Ciudad Prohibida, si eres chino o china no hay problema. Hay unas casetas y se compran las entradas con su super aplicación de WeChat leyendo un código QR con el móvil. No tienen ni que hacer cola.
Nosotros fuimos preguntando y, por fin, alguien nos señaló una caseta que se encontraba dentro del recinto, al cual todavía no se podía acceder porque estaba cerrado. La vimos desde fuera. A mano derecha había una caseta donde vimos un cartel en inglés que decía «Comprehensive service window». Para comprar las entradas, teníamos que esperar a que abrieran las primeras barreras, comprar las entradas en esta caseta y después hacer cola para el control de entradas.
Entrar en la Ciudad Prohibida
Para entrar en la Ciudad Prohibida, en principio, hay que enseñar el pasaporte en el primer control, pero cuando abrieron las vallas, eso fue una estampida. Nosotros corriendo como locos a la caseta para extranjeros. Cuando llegamos, nos dimos cuenta de que solo estábamos nosotros y un par de personas más…!
En medio del follón, vimos a lo lejos a la misma pareja de italianos con los que el día anterior habíamos coincidido en el trayecto para llegar a la muralla china en Mutianyu. Los fuimos a rescatar porque con el caos que había no sabían donde tenían que ir. Los colamos en la zona de venta de entradas (hay que ayudarnos entre viajerxs…aquello era la guerra). Luego, fuimos directos a hacer cola para la última barrera que teníamos que pasar.
En la última barrera, te validan la entrada y también hay que enseñar el pasaporte (aunque ni te lo miran). Hay que echarle morro en la cola porque los chinos son expertos en colarse. Nosotros hicimos como ellos. En un momento, estábamos los cuatro al pasando el último control. De lo contrario, creo que no hubiéramos entrado nunca!
Resumiendo:
⇒Primero hay que comprar las entradas en una caseta que queda a mano derecha de la entrada.
⇒Después hay que hacer cola para validar la entrada y enseñar el pasaporte. Una vez superado este segundo control ya te encuentras dentro del recinto.
PRECIO: 60 yuans.
HORARIO: 8:30-17:30 Cierra los lunes.
Dentro de la Ciudad Prohibida
Una vez dentro, la Ciudad Prohibida es taaaaaannn grande que a pesar de que haya mucha gente, no es tan agobiante como imaginábamos. Os avisamos de que es ENORME!!! Hay infinidad de edificios y salas para visitar. Algunas de ellas hay que pagar entrada a parte para verlas. Nosotros no entramos en ninguna de ellas, con lo que se puede visitar sin pagar de más ya teníamos suficiente.
Tardamos unas 3 horas en visitarlo todo. Por suerte estaba «nublado» y el sol no picaba mucho. Claro que aquí no sabes si son nubes o está a tope de contaminación…parecía más lo segundo. Poco deben ver el Sol en Pekin.
Pekín: cómo visitar la Plaza Tianmen
Vaya follón para entrar en la plaza Tianmen! La plaza de Tianmen esta muy cerca de la Ciudad Prohibida por lo que es buena idea combinar estos dos lugares en un mismo día, se llega andando en 5 minutos.
Entrar a la Plaza Tianmen
Para entrar en la plaza hay que hacer una cola enorme al otro lado de la carretera y solo se puede hacer después de pasar un estricto control policial y atravesar un túnel subterráneo. El tema es que la cola es un caos, hay que tener paciencia porque avanza muy lentamente.
Una vez se supera el control policial, si se baja por las escaleras que quedan a mano izquierda se llega a la plaza Tianmen pero si se continua recto, se vuelve a entrar a la Ciudad Prohibida por otra de las múltiples entradas que tiene.
Nosotros no lo sabíamos porque básicamente estábamos rodeados por una masa de gente que nos llevaba y la primera vez que pasamos el control ni vimos las escaleras que bajaban al paso subterráneo y que era el camino correcto para llegar hasta la Plaza Tianmen. Así que continuamos recto y cuando vimos que volvíamos a estar a las puertas de la Ciudad Prohibida casi nos da algo. Tuvimos que salir por otra puerta y volver a hacer cola (nos lo tomamos a risa…).
Por lo que si queréis ir a Tianmen, hay que hacer la cola que queda más a la izquierda posible porque luego es imposible rectificar. Por suerte, no tuvimos que volver a pagar en la Ciudad prohibida porque era la primera parte donde todavía no había control de entradas.
Visitando Tianmen
La Plaza Tianmen tiene un peso histórico brutal y es uno de los símbolos de Pekín. También es conocida por la triste matanza de estudiantes que protestaban en contra del régimen en 1989. Lo que también se sentía ese día era la contaminación que se traducía en una niebla grisácea que impedía ver con claridad a lo lejos.
Una cosa que nos había sorprendido de China eran las poquísimas banderas que habíamos visto. Pensábamos que la exaltación nacionalista se traduciría en banderas gigantescas en cada rincón, pero nada más lejos de la realidad. Esta era la segunda bandera que encontrábamos en todo el viaje. La primera en Chengdu. En Turquía era mucho más exagerado por no hablar de otros países como Estados Unidos.
Alrededor de Tianmen se encuentran edificios con mucho peso como el museo nacional o el mausoleo de Mao. Nosotros no fuimos a ninguno de ellos porque estábamos completamente agotados de hacer colas infinitas.
Probando el Pato Pekinés
Después de este intenso día, para cenar teníamos apuntados varios restaurantes conocidos por cocinar el famoso pato pekinés. Nosotros no es que seamos unos fans de este plato, pero ya que nos encontrábamos en Pekín… Fuimos al hostel a darnos una ducha y a medio «arreglarnos» porque el restaurante era un poco de calidad…pero en fin…nuestra ropa era más de batalla…
Llegamos al restaurante y parecía de lujo, dábamos un poco la nota pero vaya que nos daba igual todo a nosotros. El restaurante se llamaba Quanjude Roast Duck Restaurant. Nos sentaron en una mesa enorme y teníamos un camarero para nosotros solos. Este restaurante nos lo habían recomendado conocidos que viven en Pekín que también nos habían dicho qué plato pedir.
Te lo cortan allí mismo y dibujan una flor con los cortes de carne en el plato. El pato lo sirven con muchos acompañantes, todo tipo de verduras y salsas. Además el camarero nos hizo una demostración de cómo se deben comer los filetes. Se tiene que hacer como un saco con un trozo fino de carne, miel y las verduras con las que viene acompañado.
Para acabar nuestro último día en Pekín y en China, fuimos a pasear por la zona comercial de Liulichang hasta que nos cansamos!
Siguiente parada…
Al día siguiente emprendíamos nuestro vuelo de regreso. Esta impresionante ruta por China había finalizado pero todavía nos quedaba un país más por visitar antes de finalizar nuestra vuelta al mundo. Jordania nos estaba esperando!! Un país radicalmente diferente a todo lo que habíamos visto hasta el momento cargado de contrastes, paisajes, historia y de hospitalidad.
Jordania: recorriendo Jordania por libre en coche de alquiler
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