Habíamos dejado Santiago, la capital de Chile para el final de viaje. Santiago de Chile es una ciudad eminentemente funcional para vivir y trabajar, pero, además tiene muchos puntos interesantes para visitar. Entre los lugares más destacados se encuentra el Cerro de San Cristóbal, la Plaza de Armas o el Cerro Santa Lucía. Os explicamos la ruta que hicimos durante los dos días que estuvimos en la ciudad. Todo en esta entrada. ¿Nos acompañas?
Anteriormente…
Habíamos estado descubriendo la infinita creatividad de Valparaíso. Un refugio para artistas y almas bohemias. También hicimos una visita rápida a la ciudad vecina de Viña del Mar. Te lo contamos todo en esta entrada :
Santiago de Chile: centro histórico, Cerro San Cristóbal, Cerro Santa Lucía, barrios y parques.
Cómo llegar a Santiago de Chile
Santiago de Chile está perfectamente conectado por tierra y aire con todos los destinos nacionales y internacionales.
Para llegar al centro de Santiago de Chile, desde el aeropuerto salen autobuses de TurBus cada 10 minutos y te dejan en la Estación Alameda, muy cerca del centro. Desde la estación Alameda se puede tomar el metro o un taxi o si es de día llegar andando hasta el centro o hasta nuestro alojamiento.
Nosotros llegamos a la estación Alameda desde Valparaísoen bus. Hay unas dos horas entre las dos ciudades. El autobús Valparaíso-Santiago llega hasta la estación de autobuses Alameda. Desde allí tuvimos que tomar un taxi porque llegamos muy tarde. La opción del taxi no la recomendamos para nada. En la guía de nuestro viaje a Chile y Bolivia os contamos la desagradable experiencia que vivimos con el taxi.
Cómo llegar al aeropuerto desde Santiago de Chile
Desde la estación Alameda salen autobuses hacia el aeropuerto cada 10 minutos entre semana y cada 15 minutos en fin de semana o festivos. No se puede reservar una hora en concreto. Se compra un pasaje y se sube al primer bus que pase. Si está lleno, el siguiente.
Un consejo para comprar los billetes al aeropuerto. Dentro de la terminal hay varios estands de TurBus pero suele haber mucha cola. Si se va directamente a los puestos de salida del bus entre el 22 y el 26, hay casetas que venden únicamente pasajes al aeropuerto y van mucho más rápido.
PRECIO: 1.900 pesos.
Alojamiento en Santiago de Chile
El alojamiento en Santiago de Chile es bastante más caro que en el resto del país. Nosotros descartamos alojarnos en pleno centro y optamos por uno que nos quedaba a unos 15 minutos andando del centro. Esta opción nos abarató mucho el precio.
Finalmente nos alojamos en el hotel Hotel Barrio Yungai. El desayuno era un poco justo pero por lo demás muy contentos. Teníamos cocina compartida e incluso teníamos netflix en la habitación. Cosa bastante inesperada pero que al final nos hizo gracia y todo.
Ruta por Santiago de Chile
Llegamos por la noche desde Valparaíso, así que al día siguiente aprovechamos para levantarnos muy temprano y recorrernos toda la ciudad. Estos son los lugares destacados de nuestra ruta.
Parque Quinta Normal y Centro histórico
Lo primero que visitamos fue el enorme Parque Quinta Normal porque lo teníamos muy cerquita del alojamiento. Dentro del Parque encontramos el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo Nacional de Historia Natural y diversas facultades de la Universidad de Chile.
El parque tiene diversas entradas, nosotros entramos por la avenida Matucana y salimos por Santo Domingo. Justo en la salida de Santo Domingo nos encontramos con la gruta de Lourdes y su Basílica.
Pasamos por el Barrio Brasil de camino a la Plaza de Armas. No nos pareció de mucho interés y seguimos nuestro camino.
Plaza de Armas
Llegamos a la Plaza de Armas por la calle la Compañía de Jesús. A medida que nos acercábamos a la plaza de Armas, ya se empezaba a notar el bullicio de la ciudad. Muchas oficinas con sus empleados y empleadas vestidos que ni para una boda se desplazan arriba y a bajo de la avenida. Antes de llegar a la Plaza de Armas, pasamos por el Museo Chileno de Arte Precolombino.
La Plaza de Armas estaba ya llena de gente haciendo turismo o descansado de la jornada laboral. Una de las cosas que nos encanta de Chile es que muchos de los museos más importantes de titularidad pública son gratuitos. Justo en la Plaza se encuentra uno de los imprescindibles, el Museo Histórico Nacional.
El Museo Histórico Nacional es una visita obligada en Santiago. Imprescindible para conocer de cerca el pasado lejano y no tan lejano de Chile. Chile tiene una historia intensa que todo el mundo que viaje hasta el país debería conocer. Lo recorrimos de arriba a bajo. Nos fascinó. Además, el edificio es espectacular.
En esta zona también se encuentra el Museo de Santiago o Casa Colorada y también el Museo de La Merced. Esta zona fue de lo que más nos gustó de Santiago de Chile.
Plaza de la Constitución
La Plaza de la Constitución está muy cerquita de la Plaza de Armas y es otro de los puntos de visita obligatoria. Allí es donde se encuentra el monumento al presidente Allende y el Palacio de la Moneda.
Cerro Santa Lucía
El Cerro Santa Lucía es un agradable parque donde dar un buen paseo. Dentro, hay un pequeño sendero que te lleva hasta la parte más alta y tiene un poco de mirador.
Cerro San Cristóbal y Bellavista
Este es el Cerro más alto de Santiago. No se trata de un pequeño parque como el Cerro Santa Lucía, es ENORME. En el Cerro de San Cristóbal se encuentra el Parque Metropolitano de Santiago. Se llega a él a través del barrio Bellavista, uno de los más pintorescos de la capital. El Cerro San Cristóbal se encuentra al otro lado del río Mapocho pero muy cerca del centro.
Se puede subir al cerro andando o en funicular. Nosotros subimos en funicular y bajamos andando. Os dejamos la foto con la información de los precios.
En al parte alta se encuentra el Cristo redentor y toda la parafernalia religiosa. También se tienen vistas de toda la ciudad y es un excelente mirador. No sabemos si nuestra visita coincidió con unos días de alta contaminación o si siempre es así pero era realmente alarmante. En las fotos podréis ver claramente a qué nos referimos.
Volviendo del Cerro San Cristóbal paseamos por el barrio de Bellavista. Un barrio colorido lleno de restaurantes y locales de ocio. En este barrio también se encuentra la casa de Pablo Neruda, la Chascona. Nosotros no entramos porque el precio lo encontramos un poco desorbitado.
Parque Forestal y Barrio Lastarria
Continuamos por la Plaza Baquedano (que por cierto no tiene ningún interés) y paseamos por el parque Forestal. Otro parque enorme lleno de vida. Este nos gustó mucho más. Nos encontramos con un montón de grupos de adolescente bailando y practicando todo tipo de actividades.
Enlaces relacionados:
Y este fue el final de nuestro viaje por el Desierto de Atacama, Bolivia y el centro de Chile. No olvides consultar nuestras guías completas en estos enlaces:
En Valparaíso el arte y la creatividad inunda cada rincón de la ciudad. Los elaborados murales callejeros, la explosión de color de sus calles y el ambiente bohemio la convierten en una ciudad alegre, juvenil y muy fotogénica. No hay una pared, un pequeño callejón, una escalera o una fachada que no merezca una buena foto. ¡Valparaíso nos encantó! Te contamos en detalle la ruta a pie que hicimos por toda la ciudad. Si estás pensando en visitar Valparaíso, no te pierdas esta entrada!
Anteriormente…
El día anterior habíamos pasado nuestro último día en La Paz haciendo un trekking por el singular Valle de las Ánimas. Te contamos cómo llegar y qué ruta seguir. ¡¡No te la pierdas!!
Se puede llegar a Valparaíso en autobús desde la terminal de Alameda en Santiago de Chile o directamente desde el Aeropuerto de Santiago. Entre las dos ciudades hay una alta frecuencia de paso. La empresa Turbus es la que tiene los precios más baratos y la mayor flota de buses. Nosotros tomamos un bus en el aeropuerto de Santiago de Chile que iba directo a Valparaíso. El mismo bus también llega hasta Viña del Mar.
Los pasajes se compran en el stand de Turbus el mismo aeropuerto. En la zona de transporte terrestre.
PRECIO: 6.000 pesos por persona.
Alojamiento en Valparaíso
La terminal de buses de Valparaíso no está nada lejos del centro y se puede llegar andando. Quizás si vas con maletas grandes de ruedas, sería mejor ir con bus. Nosotros como íbamos con mochilas, fuimos andando sin problema.
En Valparaíso tuvimos un problemilla con el alojamiento que habíamos reservado. A último momento, nos envió un whatsapp diciendo que no nos podíamos alojar la primera noche en su hostel. Su idea era que la primera noche nos alojáramos en otro lugar y la segunda en el suyo. Por supuesto, esto a nosotros no nos parecía nada bien. El mismo día reservamos otro alojamiento rápidamente y nos pusimos en contacto con Booking para explicar lo sucedido. Booking a parte de cancelar la primera reserva (el propietario no quería cancelarla porque si no nos presentábamos, teníamos que abonar la cantidad) nos pagó la diferencia de precio entre el primer y el segundo alojamiento.
Finalmente, salimos ganando porque el nuevo alojamiento era fantástico. Nos alojamos en Casa Violeta Limón. Se trata de mini apartamentos equipados con cocina y baño privado. Tipo loft. Estuvimos de lujo. Además la localización era buenísima.
Cuando reservamos un alojamiento en Valparaíso hay que tener en cuenta que, excepto un par de calles, todo son cerros. Es decir, grandes subidas y bajadas. Mejor reservar uno que no esté en una calle muy empinada. A veces parece que estén cerca del centro pero realmente se encuentra arriba del todo de una montaña. Antes de reservar, mirad el desnivel porque puede ser muy pronunciado.
Cuántos días se necesitan para visitar Valparaíso
Valparaíso se puede visitar en un día completo. Si queréis, se puede alargar a un par de días si sois de entrar a cafeterías y bares. Valparaíso está repleto de lugares para tomar algo de estilo alternativo y decorados con un gusto exquisito. Otro tema es que os enamoréis del ambiente y la atmósfera de la ciudad y os queráis quedar unos cuantos días.
Mucho arte y mucha suciedad en Valparaíso
En Valparaíso quedamos alucinados con la inmensa creatividad que desprende cada rincón de la ciudad pero tampoco pasó desapercibida lo sucia que estaba. Mucha basura y muchísimos excrementos de perros.
Encontramos muchísimos animales abandonados en las calles. Centenares de perros andaban sueltos por las calles malviviendo y rebuscando en las basuras. Daban muchísima pena. Perritos pequeños que difícilmente pueden sobrevivir solos, abandonados sin que nadie les haga caso, otros perros heridos en un estado lamentable, un montón de perras embarazadas, etc. Esta situación comporta un problema de suciedad que en el caso de Valparaíso llegaba a niveles muy preocupantes. Era asqueroso. Nos sabe muy mal pero esta es la realidad. Las calles estaban llenas de excrementos de animales.
Por otro lado, nos consta que hay grupos trabajando para poner remedio a esta situación. Tratan de concienciar a la población sobre el abandono de los animales domésticos y la necesidad de castrar a los perros que ya viven en la calle. En todos los países hay malnacidos que abandonan a sus mascotas, pero lo que no entendemos es que no lleven a estos pobres perros a protectoras o refugios donde los cuiden y los alimenten.
Ruta por Valparaíso
Valparaíso se puede visitar a pie lo único que hay que tener en cuenta es que está rodeado de cerros, es decir, subidas. Para solventar el desnivel entre la zona costanera y los cerros, hay una serie de ascensores que por 100 pesos te llevan hasta las partes altas de los cerros. Nosotros no tomamos ninguno porque siempre subimos andando, así de paso, fuimos visitando la ciudad y descubriendo el arte callejero de Valparaíso, su principal atractivo. Al único ascensor que subimos fue al Polanco por la gracia de que se trata el más antiguo de la ciudad.
Os detallamos todo el recorrido que hicimos siguiendo las recomendaciones del personal de nuestro alojamiento. Toda la ruta la hicimos en un día completo!
Cerro Alegre y Cerro Concepción
Desde nuestro alojamiento en la calle Cuming subimos al Cerro Alegre y Miraflores por las escaleras que llevan al Paseo Dimalow, también se puede subir con el ascensor Reina Victoria. El Paseo Dimalow es uno de los imprescindibles en el recorrido.
Continuamos la subida por la calle Almirante Montt parando en la Iglesia de San luis y unas cuantas veces más para fotografiar sus coloridas casas. Siguiendo la Avenida Alemania llegamos al Mirador de la Plaza Bismark y de allí emprendimos la bajada por la calle Cirilo Amstrong y las escaleras en la Middletton volviendo a la calle Almirante Montt. Bajamos hasta la iglesia anglicana y continuamos de nuevo por la Almirant Montt hasta la iglesia luterana.
Uno de los balcones del Cerro Alegre es el paseo Atkison al que se llega desde la calle Beethoven. De este balcón continuamos por la calle Concepción hasta llegar a otro de los balcones del cerro, el paseo Gervasoni.
Uno de los lugares con más encanto son las escaleras que llevan hasta el pasaje Gálvez. Pasamos por la avenida Besa y bajamos por la calle Miramar hasta el Museo-Palacio Baburizza. Allí también recorrimos el Paseo Yugoslavo, uno de los más atractivos de Valparaíso. Después, bajamos por las escaleras, que son el equivalente al ascensor el Peral, hasta la plaza de la Justicia.
Cerro Artillería
Paseamos por la calle Serrano pasando por el Mercado y por la calle Bustamante hasta el Cerro Artilleria.
Desde este cerro, se tiene toda la panorámica del puerto y de la bahía. En el Cerro Artillería se puede dar un corto paseíto por el paseo 21 de mayo, lleno de puestecitos de bisutería y artesanía. A nosotros particularmente, nos gustó mucho el paseo 21 de mayo y todas las calles que hay en los alrededores, pero las vistas no nos despertaron demasiado interés. Básicamente se ve el puerto. No hablamos de un puerto de barquitas tradicionales. Estamos hablando de un puerto de grandes mercancías con enormes grúas y contenedores.
Cerro San Juan de Dios, Florida y Bellavista
Después de nuestra visita por el Cerro Artillería, bajamos de nuevo a la zona de la costa y recorrimos toda la calle Esmeralda.
Calle Esmeralda es una de las más animadas y transitadas de Valparaíso. La andamos hasta el cruce con la calle Ecuador. Esta calle, la calle Ecuador, es de una gran pendiente. Si no tenéis ganas de subirla, podéis tomar un taxi compartido en el cruce entre la calle Ecuador y la calle Condell. Estos taxis te llevan hasta la parte más alta. Nosotros fuimos andando (para variar).
Seguimos por la calle Guillermo Rivera hasta llegar al mirador Camogli. De ahí fuimos hasta la casa de Pablo Neruda, la Sebastiana. Bajamos por la calle Ferrari, paseamos por el pasaje Santa Margarita, la calle Rudolph y la Hector Calvo.
Pedro Montt y el ascensor Polanco
Una vez en la parte baja, continuamos por Pedro Montt donde vimos la Catedral de Valparaíso y el Congreso Nacional. Para llegar al ascensor Polanco, el más antiguo de Valparaíso, cuando llegamos al final de la calle Pedro Montt, giramos a la derecha por la avenida Argentina y después seguimos por la calle Simpson. Al final de esta calle, se encuentra el ascensor más antiguo de Valparaíso, el ascensor Polanco. A este sí que subimos y fue una experiencia muy curiosa. PRECIO: 100pesos.
Una vez se pasa la entrada que lleva hasta el ascensor, andamos durante un buen tramo por un túnel muy estrecho que nos llevó hasta un ascensor MUY antiguo. Era genial. Dentro del ascensor, hay un trabajador que es el encargado de abrir y cerrar las puertas y de apretar los botones. Suponemos que también se encarga de la seguridad. Dentro del ascensor que es super pequeñito, el hombre tenía montada una mesa con una televisión. Buenísimo. Subimos hasta el último nivel y disfrutamos de las vistas de Valparaíso. Bajamos andando por las escaleras disfrutando de los murales y la decoración de las calles.
Viña del Mar
Como ya habíamos hecho toda la ruta por Valparaíso el primer día, el segundo decidimos pasarlo en Viña del Mar. Esta ciudad costera se encuentra a 20 minutos en bus desde Valparaíso y se visita muy rápidamente. A las 18h teníamos reservado el bus que nos llevaba hasta Santiago de Chile y nos dio tiempo de sobras de verla.
Cómo llegar a Viña del Mar
Para llegar a Viña del Mar desde Valparaíso solo hay que tomar un bus en la avenida Errázuriz dirección Viña del Mar. Así de fácil. PRECIO: 540 pesos. Nos bajamos en la Avenida España cerca del Reloj de Flores.
Para volver, tomamos el bus en la Avenida de la Libertad. Pero las dos ciudades están muy bien conectadas y pasan numerosos autobuses en muchas calles de Viña del Mar.
Qué visitamos en Viña del Mar
Viña del Mar nos pareció que es una ciudad agradable para pasear por ella y, si se tiene tiempo de sobra, es un buen lugar para pasar una mañana, pero no sería un sitio como para ir expresamente. Por supuesto, es nuestra opinión personal.
Encontramos Viña del Mar el Benidorm de Chile. Hoteles y apartamentos gigantescos. Algunos de ellos construidos sobre la misma playa y se sigue construyendo. Vamos, exactamente igual que lo que sucedió en un montón de localidades costeras del Mediterráneo.
El interior de Viña del Mar es muy diferente. Una ciudad con calles ordenadas, casas residenciales y transmite la sensación de ser una ciudad muy importante a nivel económico y social. Digamos que «se ve más ciudad» que Valparaíso.
Nosotros recorrimos todo el paseo costanero y, en el interior de Viña del Mar, visitamos el Palacio Rioja cuya visita es gratuita. Esta casa sí que nos impresionó. El Palacio Rioja es una visita que recomendaríamos 100%. Este palacio era de otro español rico que hizo todavía más fortuna en Chile.
Como ya hemos comentado en otros posts, la historia de Chile es apasionante y conmovedora a partes iguales y si se viaja a Chile, hay que conocerla.
Después de pasar la mañana paseando por Viña del Mar, volvimos a Valparaíso en bus. Recordamos que estas dos localidades están conectadas perfectamente en transporte público.
De vuelta en Valparaíso, fuimos a recoger las mochilas a nuestro alojamiento y pusimos rumbo a la terminal de autobuses de Valparaíso. Allí tomamos un bus hasta la terminal de Alameda en Santiago de Chile. Empezaba la cuenta atrás de nuestro viaje…
Siguiente etapa…
Pasaríamos los últimos días de nuestro viaje por Chile y Boliviaen Santiago de Chile recorriendo los atractivos principales de la capital. Te lo contamos todo en la siguiente entrada:
La primera visita del día fue a Pukará de Quitor. Estos restos arqueológicos son los de más valor histórico de la zona del desierto de Atacama. Se trata de un antiguo poblado de tribus atacameñas construido sobre una ladera de la Cordillera de la sal, las vistas desde la cima son espectaculares. La segunda visita fue al Valle Arcoiris. Verdes, lilas o turquesas son algunas de las tonalidades de sus montañas. Tuvimos algún problemilla para llegar… pero os lo contamos todo con detalle en esta entrada! No te la pierdas!
Anteriormente…
El día anterior visitamos el Valle de la Luna, los Géysers del Tatio y el Mirador Koyote- Kari. Casi nada! Algunos de los paisajes más espectaculares del desierto de Atacama. No te pierdas toda la ruta en esta entrada 👇👇👇
Antes de empezar con el relato, tenemos que reconocer que Pukará de Quitor y el valle del Arcoiris fueron visitas improvisadas el mismo día. La idea original era visitar las Lagunas escondidas de Baltinache.
Imprevisto de camino a las Lagunas
Salimos bien temprano por la mañana dirección a las Lagunas de Baltinache y justo cuando estábamos a punto de llegar al desvío, se nos enciende una luz del coche. En la pantalla nos sale un mensaje diciendo que la presión de una rueda está demasiado baja. ¡SOS!
El día anterior, cuando aparcamos el coche en casa después de la carretera asesina de ruedas de los Géysers del Tatio, nos pareció ver que una rueda delantera estaba un poco floja. Luego nos autoconvencimos que eran paranoias nuestras. Pues bien, no lo eran.
Paramos el vehículo y sí, la rueda estaba un pelín deshinchada pero no se veía pinchada. Dimos media vuelta dirección a la gasolinera de San Pedro. Para llegar, nos volvimos a perder (otra vez) que horror de localización.
Cuando por fin llegamos, hinchamos todas las ruedas y aparentemente el ordenador nos marcaba que la presión se había corregido. No sabemos si estaba pinchada o solo había bajado un poco el aire. Total que descartamos las Lagunas porque el camino era parecido al de los Géysers aunque más cortito. Como no sabíamos realmente si era pinchazo o no, no nos queríamos quedar tirados con el coche en medio de la nada. (Nota mental: mirar tutorial de youtube sobre cómo cambiar una rueda). Así que cambiamos de planes!
Cómo llegar a Pukará de Quitor
Llegar a Pukará de Quitor fue una odisea. Tal cual lo decimos. Miras en el mapa y se encuentra a 5 minutos de San Pedro, allí al ladito, pero ¿cómo se llega? ahh sorpresa!
Seguimos las indicaciones de tráfico que ponían «Pukara de Quitor» (más claro imposible) y vamos tirando por un camino de arena en buen estado. En el GPS pone que prácticamente hemos llegado, perfecto.
Primer obstáculo
De golpe en medio del camino, vemos un coche parado. Nosotros diciéndole que se aparte. Se aparta y SURPRISE! Un río enorme delante nuestro. Suponemos que el conductor del otro coche se echó unas risas a nuestra costa.
Para continuar por el camino, tenemos que atravesar el Nilo en versión chilena. Miramos en el GPS y vemos otro camino pero tenemos que llegar hasta el Valle de Marte. Pues nada, damos marcha atrás y vamos hasta el Valle de Marte.
Segundo obstáculo para llegar a Pukará de Quitor
Llegamos al Valle de Marte y vemos un cartelito indicando «Pukará de Quitor». De nuevo el camino está sin asfaltar pero en buenas condiciones.
Llegamos hasta la supuesta entrada que tenemos marcada en el GPS y, segunda SURPRISE! Está cerrada. Allí con cara de tontos preguntándonos dónde estaría la cámara oculta, nos encontramos con otro hombre que estaba igual que nosotros. Él había llegado en bici y encima el pobre había hecho el mismo circuito que nosotros. Primero había intentado llegar por el otro camino que salía desde San Pedro y cuando vio el super río, tuvo que retroceder. Pues allí nos encontrábamos los tres. No entendíamos nada. Había una casa y llamamos al timbre para preguntar. Por fin nos indicó por dónde teníamos que llegar. Voy a intentar explicarlo lo mejor que pueda.
Qué camino seguir: el peor.
Teníamos que seguir recto por una calle super estrecha. Dejando la entrada cerrada de Pukará de Quitor a la izquierda, delante nos quedan dos caminos, hay que seguir por el de la derecha, el más estrecho de los dos. Nos subimos al coche y cuando vemos la calle hiperestrecha por donde tenemos que pasar empezamos a dudar que fuera el camino correcto. Nosotros pitando como locos todo el rato, porque allí te encuentras con algún coche de frente y es imposible arreglar la situación. Superamos el túnel del terror y por fin nos damos cuenta que estamos en la otra ribera del río!! Yuhuuu! Y también vemos coches parados en la otra orilla donde estábamos nosotros…pobrecillos.
Y para rematar…
Llegamos a la entrada con el coche y están haciendo obras. No podemos estacionar. Bajamos, preguntamos donde podemos dejar el coche y nos dice que en la otra punta. Madre mía, estábamos hartos ya de Pukará de Quitor! Retrocedemos, dejamos el coche en el primer lugar decente que vemos y vamos a pie.
Visitar Pukará de Quitor
Pukará de Quitor da nombre a un yacimiento arqueológico que estuvo habitado por comunidades indígenas atacameñas y, posteriormente, por los incas que invadieron toda la región. Las ruinas se encuentran en una de las laderas de la Cordillera de la Sal. Desde la parte más alta se puede observar todo el valle.
Pagamos la entrada e iniciamos el sendero. PRECIO: 3.000CLP.
Sendero del Mirador en Pukará de Quitor
Este es el único sendero que se puede hacer dentro del recinto principal donde se encuentra el poblado. Ya no está permitido andar dentro de las casas y solo se pueden ver desde lejos. Lo primero que hicimos fue leer todos los paneles informativos que se encuentran a lo largo de la entrada. Recomendamos muchísimo que le dediquéis un tiempo y que paréis atención. En ellos se explica toda la historia de este poblado y es realmente interesante.
Cuando acabamos, empezamos a subir por el sendero hasta llegar a la parte mas alta. Por el camino, hay diferentes miradores tanto a la Cordillera de la Sal como a los restos arqueológicos de Pukará de Quitor.
Sendero Pukara
Para visitar este sendero, hay que volver a la entrada, salir del recinto y girar a la izquierda. Allí empieza el camino. Llegamos y por fin pudimos apreciar de cerca las famosas caras de los guerreros atacameños esculpidas en la montaña. El resto del camino está cortado por desprendimientos. Nos asomamos un poco y evidentemente está todo derruido. Es imposible transitar. Una lástima porque éste parecía muy interesante y además dentro de la Cordillera de la Sal.
Antes de dejar Pukará de Quitor, nos comimos nuestros tuppers en la zona de pícnic (sí, sí, tienen zona de pícnic con sombrita). Cuando acabamos, nos dirigimos al Valle del Arcoiris.
Cómo llegar al Valle del Arcoiris
El primer tramo para llegar al Valle Arcoiris es relativamente fácil. Continuamos con la carretera que va de San Pedro a Calama y tomamos el desvío hacia el Valle. La carretera estaba en excelentes condiciones y ya nos crecimos.
Fuimos tirando y tirando y se acabó la carretera. Tampoco era nada traumático porque el camino estaba en bastante buen estado. El paisaje muy bonito. Nosotros encantados. Vamos cruzando algunos riachuelos sin importancia. No les hacemos ni caso. De golpe, otro río bastante más profundo se cruza en nuestro camino.
Era el día de los ríos!
Encontramos dos coches también parados delante del cruce. Una pareja americana conduce un coche más grande y se atreve a cruzar. Son tan majos que nos ven por el retrovisor con cara de perritos abandonados al otro lado del río y se ofrecen a llevarnos. Nos llevan hasta el Valle a nosotros y a otra pareja que tampoco se atreve a cruzar. Y suerte que nos llevaron porque ese tramo del río no es nada comparado con el último que hay justo antes de llegar al estacionamiento del Valle Arcoiris. El coche de los americanos pasó justito, pensábamos que nos quedábamos. Cuando cruzamos, nos entró la risa nerviosa a todos.
Llegamos y les agradecimos mil que nos hubieran llevado y empezamos a visitar el Valle. No teníamos muy claro cómo volveríamos porque a penas había dos coches aparcados pero el plan era pedir a alguien que nos llevara hasta el coche.
Cómo visitar el Valle Arcoiris
Dentro del Valle hay un sendero natural que se puede seguir tranquilamente y es muy difícil perderse. Entras por la zona del primer aparcamiento y acaba más arriba en el segundo estacionamiento. Es bastante cortito pero le dedicamos bastante tiempo porque los colores de las montañas eran una maravilla.
Parecía que las montañas estaban pintadas a propósito (esto sería una cosa muy típica que harían en Vietnam 😂). Los colores que adquiere el valle se deben a los pigmentos de los minerales que tiñen el terreno donde se encuentran. No es que seamos unos expertxs pero buscamos un montón de información sobre el Valle cuando volvimos porque quedamos fascinados.
Puntualización sobre «los colores» del Valle Arcoiris
Sobre este valle y sobre los colores del terreno queremos hacer una puntualización.
La cultura de Instagram de modificar tantísimo las fotos hasta el punto de crear lugares que no existen con fotos que tienen hasta 10 tonos por encima del color original hace que mucha gente se piense que se va encontrar un arcoirirs pintado con purpurina y rotuladores encima de las montañas. Y, evidentemente esto no es así. Esto es naturaleza de verdad. Vimos algunos comentarios ridículos en Tripadvisor y fotos todavía más ridículas en Instagram sobre el Valle Arcoiris.
El Valle del Arcoiris es una creación preciosa de la naturaleza y cualquier amante de ésta quedará maravillado por sus colores y pigmentos. Estamos hablando de amantes de la naturaleza no del postureo.
Para volver desde el Valle hasta nuestro coche, le pedimos a una familia chilena si nos podían llevar con su Pick up y sin problema.
Ahora ya sí, pusimos rumbo al aeropuerto de Calama para dejar el coche de alquiler. Volvimos a San Pedro con un bus-transfer.
Al día siguiente, empezamos el tour por el PM. Eduardo Avaroa y el Salar de Uyuni. Estos días fue donde vimos los paisajes más impresionantes de todo nuestro viaje. También fue donde más frío pasamos…Os lo contamos todo en la siguiente entrada!
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Continuábamos explorando la ruta del desierto de Atacamay hoy tocaba conocer el Valle de la Luna, que bien le hace honor a su nombre, y los espectaculares Géysers del Tatio a 4.300 metros de altitud. De nuevo paisajes de ciencia ficción que nos sorprendieron y emocionaron. Te contamos cómo visitar estos dos preciosos rincones del desierto de Atacama. ¡No te lo pierdas!
Anteriormente…
El día anterior recorrimos las impresionantes Lagunas Altiplánicas, el Salar de Atacama y llegamos hasta Piedras Rojas y el Salar de Talar. Uno de los recorridos más fascinantes que hicimos por el desierto de Atacama. No te puedes perder los paisajes más bonitos de Atacama! Todo en esta entrada 👇👇👇
El Valle de la Luna se encuentra a apenas 10 minutos en coche desde el pueblo de San Pedro. Ya os avanzamos que quedamos impresionados con este lugar. La singularidad de los paisajes y de las formaciones rocosas que encontramos en el Valle de la Luna hicieron que nuestra visita se convirtiera en inolvidable. Por cierto, este Valle de la Luna no tiene nada pero que nada que ver con el Valle de la Luna de Bolivia. Dos lugares con un mismo nombre radicalmente diferentes e igual de interesantes.
El primer día nos quedamos con las ganas de visitar el Valle de la Luna y hoy por fin había llegado el momento. Hoy habíamos planificado un intenso día de ruta y teníamos muchos kilómetros por delante por eso necesitábamos tener el depósito de gasolina lleno. Llegar a la única gasolinera que hay en toda la zona de San Pedro de Atacama puede ser un poco complicado.
Gasolinera en San Pedro de Atacama
La gasolinera de San Pedro se encuentra en el centro del pueblo y (ATENCIÓN) dentro de un hotel. Sí, sí como os lo contamos. Por eso encontrarla no es tarea fácil. Otro tema que hay que tener en cuenta es que esta gasolinera es la única que hay en todo el desierto de Atacama. El lugar más cercano donde podemos encontrar otra gasolinera es en Calama. La gasolinera de San Pedro está abierta 24 horas y el precio no es nada caro. Nosotros pensábamos que tendría unos precios muy elevados por ser la única pero nos sorprendió en positivo.
Nosotros nos subimos al coche con la gasolinera marcada en el GPS y nos pusimos en marcha. Después de perdernos por las laberínticas calles de San Pedro unas cuantas veces por culpa del GPS que nos metía contra dirección y en calle peatonales, por fin llegamos a nuestro destino. Llenamos el depósito y pusimos rumbo a el Valle de la Luna.
El Valle de la Luna: horario, precio, qué llevar.
Llegamos que todavía no habían subido la barrera pero ya pudimos comprar las entradas y el guardaparques nos hizo toda la explicación sobre la ruta, la normativa y los riesgos.
PRECIO: 2.500 CLP. Muy importante que conservéis la entrada porque enseñándola se puede visitar también el Mirador Coyote-Kari.
HORARIO: 8am a 13h
El Valle de la Luna tiene un camino central de arena por donde se circula en vehículo. Desde allí salen los diferentes senderos. También vimos algunos viajerxs que los habían engañado para ir en bici de alquiler desde San Pedro. Decimos que los habían engañado porque el Valle de la Luna no es transitable en bici. Iban todos andando sudando como pollos y arrastrando la bici porque no rueda por arena. Lxs pobres estaban agotadxs y encima bajo el Sol del desierto. Además son un montón de kilómetros con pronunciadas subidas, no se trata de un agradable paseo en bici. O estás muy en forma o te han timado.
Qué visitar en el Valle de la Luna
La Gran Duna
Empezamos el recorrido en coche y el primer sendero que emprendimos fue el de la Gran Duna. Esta es la primera parada del Valle de la Luna. Dejamos el coche y empezamos a andar. Este sendero se puede hacer más largo o más corto dependiendo de las ganas de cada persona. Nosotros recomendamos encarecidamente seguir el sendero hasta el final y no quedarse solo en el mirador de la Gran Duna.
Empezamos a andar y llegamos a un punto donde el camino se bifurcaba. Se podía subir directamente al mirador o se podía continuar recto. Nosotros decidimos continuar recto por el lateral de la montaña. Después volvimos por la parte superior y llegamos hasta el mirador.
Sendero lateral hasta la cima
Durante esta primera parte (el sendero que llega hasta la cima y el final del sendero) transcurre por un lateral con bastante pendiente. Hay que ir con cuidado para no resbalar ya que el suelo es de arenilla. Desde el inicio, la inmensidad del paisaje es una maravilla. Realmente nos encontrábamos ante un paisaje lunar. Estábamos como niñxs con zapatos nuevos! Es que la belleza de Atacama no se acaba nunca!!
Continuamos hasta que llegamos a la cima y estas fueron las impresionantes vistas que nos regalaba el Valle de la Luna.
Sendero superior hasta el mirador
La vuelta la hicimos por la cima. Las vistas eran en todo momento como sacadas de otro planeta. A medida que fuimos avanzando, fuimos divisando poco a poco la Gran Duna. Un muro inmenso de arena que partía la montaña en dos. De verdad que el efecto óptico era alucinante. Nos fuimos acercando cada vez más y más hasta llegar al mirador. Desde allí se puede apreciar la altitud del muro de arena. Pero personalmente, nos gustaron más las vistas desde un poco más de lejos. Porque la Gran Duna es una maravilla pero la panorámica de todo el conjunto es de lo más peculiar y único que vimos en San Pedro.
Volvimos al coche y emocionadísimos continuamos camino hasta la siguiente parada, el mirador de Achaches.
Mirador de Achaches
Según nos habían dicho en la charla informativa, este era un trekking «muy duro» y que mejor hacerlo con guía. Nosotros no lo vimos así. Creemos que esta expresión es muy exagerada y que quizás también lo dijeron por interés económico. Igual lo decían porque había una familia con niños pequeños pequeños, no lo sabemos.
Nosotros empezamos a andar y de nuevo todo lo que nos encontrábamos era fascinante. Nos cansamos un poco más que en el anterior porque hacía un solazo que quemaba y era muy agotador andar todo el tiempo bajo el Sol. Las formaciones rocosas son impresionantes y únicas. Nos quedamos sin palabras. Todo esfuerzo merece pena en este rincón del planeta!
Restos de la antigua mina
La siguiente parada que hacemos es para ver los restos que todavía quedan de una antigua mina. Había maquinaria que servía para explotar los minerales del Valle de la Luna y otros utensilios. También había un pequeño sendero que andamos. El tema de la mina nos interesaba mucho pero casi prestamos mucha más atención a las formas tan extravagantes y caprichosas de las rocas y montículos que encontramos por el camino.
Las tres Marias
Dejamos atrás la antigua mina y continuamos hasta la parte final del recorrido. Llegamos a las Tres Marías. Este peculiar nombre se lo dan a un conjunto de rocas con formas peculiares y con toda una historia detrás de esas que no te crees ni de broma. Las Tres Marías no tienen mucho misterio pero el lugar donde se encuentran te deja con la boca abierta. Una maravilla.
El anfiteatro
De vuelta a la entrada, paramos un momento para fotografiar El Anfiteatro. Otra más de las mil formaciones rocosas con formas más que curiosas.
Géysers del Tatio
Después de esta intensa y emocionante visita, pusimos rumbo a los Géysers del Tatio. No sabíamos si nos iba a dar tiempo porque habíamos pasado como cuatro horas en el Valle de la Luna, pero de todos modos lo intentamos. Y nosotros pensando que era una visita rápida…
Cómo visitar los Géysers del Tatio
Por agencia:
Te pasan a recoger por tu alojamiento a las 4 de la madrugada y suele incluir la visita a las Termas de Puritama y parada en el pueblo ce Machuca. La idea es ir a ver la salida del sol (Sunset en el Tatio es como lo ofertan) en los Géysers. A esa hora la temperatura en el Tatio es de -14ºC y con el contraste tan brutal del agua hirviendo de los géysers, todo el paisaje se envuelve en vapor humeante. Por eso todos los tours salen a esa hora. Si se va de madrugada, hay que ir extremadamente abrigado.
La parte negativa es que a esa hora se concentran todas las agencias de San Pedro en el mismo lugar. También os decimos que no hemos encontrado un turismo de masas en Atacama, pero como nosotros no hicimos la visita con un tour organizado no os podemos decir si se agolpa mucha gente o no.
Por libre:
Visitar los Géysers por libre creemos que es la mejor opción si se hace fuera de los horarios de los tours organizados. Si vas a visitar el Tatio a las 6am, mejor hacerlo con una agencia.
El motivo es muy simple. La carretera es horrible y conducir con las furgonetas (combis) de los operadores turísticos de noche y a oscuras puede ser más que peligroso. Nosotros nos encontramos alguna furgoneta ya de vuelta en sentido contrario pero solo hasta llegar a Machuca (pueblo de una calle creado por y para el turismo. De hecho tenemos dudas de que viva alguien porque en nuestro camino de regreso, paramos y no había nadie. Todo estaba cerrado…un poco sospechoso. ). Los tours paran aquí a la vuelta del Tatio para que los turistas compren souvenirs.
La parte positiva de visitar el Tatio fuera del horario de los tours fue que lo visitamos completamente solos. Una delicia estar en un lugar tan privilegiado solos los dos.
Cómo llegar a los Géysers del Tatio
Estábamos un poco asustados porque nos habían comentado que la carretera hasta el Tatio era terrible. No es tan mala como la pintan. Nosotros nos fuimos animando hasta que llegamos a los últimos 20 kilómetros.
Como os decimos, el camino que llega hasta los Géysers del Tatio no era tan horrible como habíamos leído. Y sobre todo el paisaje por el que transcurre es sin duda el más bonito de toda la ruta del desierto (junto a las lagunas altiplánicas de las cuales estamos enamoradxs). Para ir, no paramos en ningún sitio porque teníamos ganas de llegar, el trayecto se nos estaba haciendo eterno. Pero, para volver, paramos a cada poco, no nos podíamos resistir. Y, es que la carretera transcurre por la Cordillera Andina casi en la cima de sus impresionantes volcanes. Era imposible resistirse ante tanta belleza. Volcanes, lagos, panorámicas de vértigo, cactus gigantes y cañones que bien podrían haber salido de una película del far west.
Todo era muy idílico hasta que llegamos a la peor parte del camino. El terreno estaba totalmente deformado lleno de piedras puntiagudas y se volvió infernal. Parecía que íbamos trotando encima de un caballo. La velocidad máxima a la fuimos los últimos 20km fue a 10km/h. Era bastante desesperante. Y a todo esto cruzando los dedos para no pinchar.
Por fin, cruzábamos la entrada de los Géysers del Tatio! Que descanso! Ya no podíamos más. Dos horas eternas para llegar pero no por la distancia, por lo horrible de la carretera/camino de piedras asesinas que le llaman carretera.
Precio y Horario Géysers del Tatio
En la entrada nos atendió un guardaparques muy majo que nos explicó el recorrido y además nos cobró la entrada como si fuéramos locales. En los otros sitios que habíamos visitado, el precio de la entrada (si tenía) era el mismo para locales y para extranjeros, pero en los Géysers sí que había dos precios. Cuando nos dijo el precio para extranjeros ya pusimos cara de ogros porque es un tema que nos toca muy mucho la moral. No sabemos si fue por eso, pero al momento nos dijo que daba igual que nos cobraba como locales. Qué majo.
PRECIO: 7.000CLP (esto fue lo que nos cobraron)
Horario: 6am-17h
Como no era momento de tours, visitamos los Géysers completamente solos!!! Y así todavía fue más mágico.
Qué visitar en los Géysers del Tatio
Géysers y pozas de barro
Con el coche nos dirigimos hasta la primera parte de la visita que serían los géysers propiamente. Aparcamos en el lugar indicado y empezamos a seguir el sendero. Nos encontramos rodeadxs de géysers humeantes, piletas de agua hirviendo y pozas de barro caliente con el volcán Tatio presidiendo el lugar a 4.320msnm. Brutal. La actividad geotérmica en la zona es muy fuerte. Nos vino a la cabeza nuestra visita por Wai-o-Tapu en Nueva Zelanda, uno de los rincones más impresionantes que hemos visitado.
Hicimos todo el sendero. Hay que mantener en todo momento una distancia prudente de seguridad porque a la que te descuidas un chorro de agua hirviendo sale a toda presión. Brutal!
Cuando acabamos con esta zona, retrocedimos por el camino con nuestro vehículo para llegar hasta la zona de aguas termales, la segunda parte de la visita.
Aguas termales en los Géysers del Tatio
En la zona han acondicionado una preciosa piscina para el baño. ¿Nos bañamos? NO. Hacía un frío impresionante fuera del agua y nos pensábamos que dentro del agua se estaría bien calentito pero NO.
Cuando tocamos el agua estaba tibia. Yo me ducho con agua bastante más caliente. El tema es que han canalizado agua caliente hacia esa piscina, pero evidentemente la piscina por dentro no emite calor y el agua se va enfriando. Si tocas en agua antes de que llegue a la piscina está mucho más caliente pero el chorrito solo da como para meter los pies. Así que nada, nos quedamos sin baño aunque veníamos con la idea en la cabeza. Tenemos que reconocer que el entorno era precioso. Para lxs valientes que se atrevan a meterse al agua debe ser una gozada verse rodeadx de un paisaje tan espectacular.
El paisaje de camino a los Géysers del Tatio
Cuando dimos por finalizada nuestra visita a los Géysers del Tatio (nos costó mucho irnos…), emprendimos de nuevo el camino de vuelta y de nuevo teníamos que superar el horrible tramo de carretera de 20km.
Como no teníamos prisa por volver, paramos mil veces para hacer fotos del paisaje.Vistas tan espectaculares como estas son las que nos encontramos por el camino.
Mirador Coyote-Kari
Acabamos este día en el Mirador Coyote Kari. La entrada está incluida en la misma del Valle de la Luna. Para entrar, solo tuvimos que enseñar las entradas del Valle de la Luna que habíamos visitado a primera hora de la mañana.
PRECIO: Incluido en la entrada del Valle de la Luna.
HORARIO: 8am hasta las 17h (última entrada) se puede estar dentro hasta que oscurece.
Desde este mirador se obtienen unas vistas brutales de las caprichosas formas que conforman el desierto de Atacama. Unas vistas de vértigo que te dejan sin habla. Es muy popular ver la puesta de sol desde este mirador. No por el Sol (que se esconde detrás de las montañas) si no porque se ve como un manto de color negro va avanzando por todo el valle.
Nosotros no nos quedamos tanto rato. Disfrutamos de las vistas e intentamos lidiar como pudimos con el fuerte viento. Pero no nos quedamos hasta la puesta completa del Sol. Con ratito hay suficiente. El tema de los sunrise y los sunsets está un poquito sobrevalorado…
Siguiente etapa…
Al día siguiente visitaríamos los restos arqueológicos de Pukará de Quitory nos deleitamos con los fascinantes colores del Valle del Arcoiris. Llegando al Valle del Arcoiris tuvimos algún problemilla cruzando ríos pero por suerte unos buenos samaritanos nos vinieron a rescatar 😂
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Hoy visitamos los paisajes más fascinantes del desierto de Atacama, las lagunas altiplánicas. Toda la zona está plagada de impresionantes lagunas y salares. No todas son accesibles y algunos de los caminos pueden llegar a ser peligrosos. Nosotros visitamos la Laguna Tebinquinche, la Laguna Chaxa y el Salar de Atacama, la Laguna Miscantí, Laguna Meñique, Piedras Rojas y el Salar de Talar. Un recorrido que nos llevó por espejos naturales, contrastes imposibles de colores y paisajes sacados de otro mundo. No te puedes perder uno de los rincones más bellos del planeta. ¡Acompáñanos en esta ruta!
Anteriormente…
El día anterior llegábamos a San Pedro de Atacama con nuestro coche de alquiler y con muchas ganas de empezar la ruta del desierto. La Cordillera de Sal, el Valle de Marte y el encantador pueblecito de San Pedro fueron nuestro primer contacto con el desierto de Atacama!
Como el día anterior, nos despertamos con temperaturas bajo cero. En concreto el coche nos marca -2ºC y os podéis imaginar lo agradable que es meterse en un coche congelado. Como meterse dentro de un cubito de hielo. Emprendemos la ruta de hoy en la que recorreríamos algunas de las preciosas lagunas altiplánicas de Atacama. Iniciamos el camino hasta la primera laguna que teníamos pensado visitar, la Laguna Tebinquinche.
Laguna Tebinquinche, lagunas altiplánicas en Atacama
El camino no está asfaltado en su mayoría pero siguiendo las indicaciones del GPS fue muy fácil llegar. Para nuestra sorpresa, cuando nos quedaban un par de kilómetros hasta nuestro destino, nos encontramos con una valla que nos impide continuar. No entendemos nada. No había ningún otro camino que llegara a la laguna. Eran las 8.15 de la mañana y decidimos esperar. En efecto, al cabo de unos 15 minutos llega una patrulla de guardaparques que sube la barrera y nos dice que les sigamos. Llegamos a la caseta de entrada.
El PRECIO es de 2.000 CLPS por persona.
La guardaparques también nos da indicaciones sobre la ruta. Dejamos el coche en el estacionamiento y empezamos el sendero a pie.
Madrugar tuvo recompensa
No dábamos crédito a lo que veían nuestros ojos. La Laguna Tebinquinche era impresionante. La laguna, las montañas, los volcanes, el salar, los flamencos y el sol levantándose poco a poco. Increíble. Lo mejor es que tuvimos la Laguna Tebinquinche toda para nosotros solos.
Indicaciones del trail
Hay un caminito marcado que recorre la laguna y no está permitido salirse. El motivo por el cual no se puede andar fuera del trail es por el alto valor ecológico de los minerales que recubren todo el terreno. En el material rocoso que cubre todo el suelo de la laguna vive un ecosistema de minúsculos insectos que se alimentan de los minerales del salar. Estos, además, modifican el terreno creando una especie de montículos puntiagudos que conforman este original paisaje. No nos digáis que no es fascinante. Esto lo aprendimos de uno de los múltiples paneles informativos que se encuentran a lo largo del sendero.
Cuando acabamos de visitar la Laguna Tebinquinche, estábamos maravillados. Una preciosidad. Habíamos empezado muy fuerte, pero todavía nos quedaban unas cuantas Lagunas Altiplánicas para continuar subiendo el listón.
Laguna Chaxa y Salar de Atacama
Para llegar a Laguna Chaxa teníamos que deshacer parte del tramo que habíamos recorrido hasta llegar a la Laguna Tebinquinche. El camino hacia laguna Chaxa estaba un poco peor que el anterior. Conduciendo despacio, no tuvimos el menor problema.
Una aclaración que queremos hacer es que el Salar de Atacama se encuentra en la Laguna Chaxa. Cuando planeábamos la ruta, no teníamos muy claro qué era cada cosa. Pues bien, ya os lo decimos. El Salar de Atacama rodea toda la Laguna Chaxa. Una laguna extensísima. Y, como se encuentra en el mismo lugar, la entrada es la misma.
PRECIO: 2.500pesos.
Ruta por el Salar de Atacama y Laguna Chaxa
Llegamos que justo empezaba la explicación de uno de los guardaparques. Estas explicaciones están incluidas en el precio. En la caseta, tienen un pequeño centro de interpretación y allí nos hicieron una charla super interesante. Recomendamos muchísimo asistir.
Después de la charla donde nos explicaron el ecosistema de la laguna y el Salar y los microorganismos que viven en él, nos dieron indicaciones para ir a explorarla por nuestra cuenta. Para recorrer el sendero, hay que ir con todas las partes del cuerpo cubiertas por la fuerte radiación solar, gorra, gafas de Sol y protector solar en la cara. En la entrada, tienen un cartel donde apuntan cada día el índice de radiación.
Os dejamos las fotos de la Laguna Chaxa y del Salar porque no hay palabras que puedan describir la belleza de este impresionante paisaje. De los lugares más sorprendentes que hemos visitado nunca.
Salimos de Laguna Chaxa y del Salar de Atacama con la emoción a flor de piel. Todavía nos quedaban unas cuantas horas de sol y pusimos rumbo a la zona más alejada de San Pedro. Nuestra siguiente parada sería la Laguna Miscantí. Otra maravilla de la naturaleza a unos cuantos metros de altura.
Trópico de Capricornio cruza lagunas altiplánicas
Las distancias en Atacama son larguísimas. Las lagunas altiplánicas no están todas juntitas, al contrario. Como mínimo de una a otra hay una media de dos horas de distancia. Pero si os pensáis que esto es algo negativo ya os decimos que esto es una oportunidad para disfrutar de unos paisajes de película mientras recorremos las carreteras de Atacama. El camino hasta Laguna Miscantí es de una belleza inigualable. La cordillera andina y todos sus volcanes nos acompañan durante todo el camino y paramos infinidad de veces para admirar este regalo.
Es precisamente en esta parte de la ruta del desierto que une las lagunas altiplánicas cuando nos topamos con este cartel. Cruzábamos el trópico de Capricornio.
Laguna Miscantí
«El desvío»
De camino a Laguna Miscantí, nos encontramos con un tramo de la carretera cortado. Un puente se había derruido y seguimos las indicaciones que decían «desvío». Y, ¿qué era el desvío? Pues el desvío consistía en atravesar el río. Un genio la persona a quien se le ocurrió. Nos quedamos parados delante del agua pensando qué hacer y un poquito enfadadxs. Habíamos hecho un montón de kilómetros y llevábamos como un par de horas de coche. Allí estábamos delante del río y esta mierda de desvío. Que no se habían molestado ni en construir un puente cutre de madera. Nada. Se les derrumba un puente de cemento armado y la solución es que los coches crucen el río por el agua.
Estando allí en la orillita del río meditando, un coche aparece en la otra ribera. Cómo nosotros, se para un rato pero al final se decide a meterse. Nos fijamos bien por dónde cruza y una vez llega a nuestra orilla, nos decidimos también. Pasamos rapidísimo. Queda el coche empapado pero continua andando!!! No lo celebramos hasta que recorrimos unos cuantos metros más por si a caso…! Lo gracioso es que de vuelta lo tendríamos que volver a cruzar. Pero para eso todavía quedaban unas horas…ya nos preocuparíamos después.
Sorpresa de camino a las lagunas
Por fin después de un largo trayecto, encontramos el desvió (el de verdad) que indicaba el tramo final para llegar a las lagunas Miscantí y Meñique. Un serpenteante camino de curvas recorría el filo de la montaña.
Por el camino, nos encontramos con un coche de cara que ya de lejos nos hace todo tipo de señales para que paremos. Nosotros mal pensando…nos van a atracar, pero no. Los ocupantes del vehículo empiezan a señalar hacia nuestra izquierda, miramos y frenamos de golpe! Un majestuoso lobo andino sentado tranquilamente que casi quedaba camuflado en el paisaje. Una preciosidad. Qué día llevábamos! No podíamos con tanta belleza! Ya podemos decir que Atacama es de los lugares más maravillosos que hemos visitado.
Le hacemos un reportaje fotográfico mientras él posa ajeno a toda la expectación que ha causado. No entendemos como hay gente que se dedica a matarlos solo por diversión y como se puede permitir una barbaridad así. El mundo está lleno de ignorantes.
Volviendo de las lagunas, exactamente por el mismo camino nos encontramos con otro lobo andino más pequeño que se quedó parado al vernos cruzar con el coche. Parecía que tenía más curiosidad él por nosotros!
Entrada a Laguna Miscantí y laguna Meñique
Llegamos a la caseta de guardaparques. Hace un viento helado que casi salimos volando. Nos encontramos a 4.140 metros. Allí pagamos la entrada que es la misma para las dos lagunas. Una sola entrada, dos lagunas.
PRECIO: 2.500CLPS.
Todavía teníamos que recorrer un par de kilómetros para llegar hasta la primera laguna. Las montañas están nevadas y la temperatura ha bajado muchísimo. Por fin llegamos a Laguna Miscantí. Parece mentira que puedan existir lugares así. Otra foto de postal. Hoy estaba siendo un día intensísimo.
Laguna Meñique
Subimos al coche y llegamos al estacionamiento de Laguna Meñique. Y allí empieza un sendero que llega hasta el mejor mirador. Es la más pequeña que vimos pero es que era bellísima. Aquí la altura sí que se notaba bastante más. A la que andábamos un poco, ya estábamos cansados.
El sendero de laguna Meñique transcurre en la parte alta de la montaña. No se puede llegar al borde de la laguna por precaución. Las vistas desde arriba son espectaculares.
Piedras Rojas y el Salar de Talar
Volvimos a la carretera principal y continuamos hasta el mirador del Salar de Talar. Este mirador se encuentra en la carretera ya casi llegando al Salar.
Íbamos un poco justos de tiempo pero continuamos hasta piedras rojas. Allí la caseta del guarda parques se encuentra en la misma carretera. Años atrás, estaba permitido andar por encima del Salar pero lo prohibieron. Ahora se puede llegar a un mirador desde donde se ve todo el salar. Esta zona se llama Piedras Rojas por el color tan intenso del sus aguas. Uno de los lugares más hermosos que visitamos. El viento soplaba tan fuerte que mantenerse en pie era toda una tarea.
Final de la ruta por las lagunas altiplánicas
Después, iniciamos el camino de vuelta a San Pedro, cruzando el río de nuevo. Llegamos ya cuando era completamente oscuro. Aquí terminó un día magnífico de ruta por las lagunas altiplánicas de Atacama.
Siguiente etapa…
Atacama todavía tenía mucho por ofrecernos. Al día siguiente, visitamos el Valle de la Luna, subimos hasta los 4.300 metros hasta los Geysers del Tatio y acabamos el día en el mirador Coyote-kari. Te lo contamos todo en esta entrada 👇👇👇
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