Karakol fue nuestro campamento base para visitar las montañas cercanas donde vimos algunos de los paisajes más alucinantes del Kirguizistan. Lo mejor es que Karakol se convirtió en todo un descubrimiento para nosotros. Sin duda, la mejor manera de empezar este fascinante viaje. Pero vamos por partes, lo primero, ¿Cómo llegar a Karakol desde la capital, Bishkek? Te lo contamos todo en esta entrada! ¿Nos acompañas?
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Kirguistán: itinerario y guía práctica
Si todavía no la has leído y estás pensando en viajar a Kirguistán no te pierdas la guía práctica para preparar el viaje.
# Kirguistán: Itinerario y guía práctica
¿Por qué viajar hasta Karakol?
karakol es una localidad excelente donde alojarse para visitar los alrededores. Está muy bien comunicada con el resto del país en transporte público y además cuenta con una buena oferta de alojamientos para mochileros, tiendas y locales de comida.
Sinceramente no teníamos expectativas sobre Karakol en si, lo habíamos enfocado más como un lugar donde estar mientras visitábamos los alrededores. Pues bien, Karakol nos encantó!! Según nuestra humilde opinión, hay que dedicarle un par de tardes (después de las excursiones) a visitarlo porqué no tiene desperdicio alguno. Arquitectura soviética e infinidad de referencias a la URSS combinado con un toque de tradición, ambiente rural y mucha mezcla de personas, identidades y religiones.
Desde Karakol se puede llegar en transporte público al inicio de la mayoría de los trekkings de las montañas cercanas.
Como llegar a Karakol desde Bishkek
Llegada a Kirguistán y trámites en el aeropuerto de Bishkek
Llegamos a Bishkek, la capital de nuestro querido Kirguistan a las 5.10 am super puntuales con Turkish Airlines. Nos sorprendió la agilidad de todos los trámites y la buena organización del aeropuerto a pesar de lo pequeñito que es.
Hacer los trámites de llegada fue extremadamente fácil y rápido. Sin sorpresas, sin problemas. Los funcionarios y la policía del Kirgui (que no tiene muy buena fama) fueron educados y todo eran sonrisas y extrema amabilidad con los pocos turistas con pinta de turistas que llegábamos…
No nos pidieron ningún tipo de explicación, ni alojamientos, ni billete de salida, ni cuánto dinero llevábamos encima. Nos sellaron el pasaporte y sin darnos cuenta, ya estábamos en terreno Kirgui.
En el mismo aeropuerto, cambiamos dinero en la casa de cambio del aeropuerto. En Kirguistan funcionan siempre en efectivo, es imprescindible ir con cash. Nuestro objetivo para el día de hoy era llegar a la localidad de Karakol así que no podíamos perder ni un solo segundo. Habíamos llegado a las 5 am y a las 7 am teníamos que estar sentados en la marshrutka que partía hacia Karakol.
Bishkek International Airport-Western Bus Station
Salimos pitanto y desde el aeropuerto Internacional de Bishkek, nos subimos a una marshrutka hasta la Western Bus Station. Esta es la estación de buses de Bishkek desde donde salen las marshrutkas hacia Karakol.
En la puerta del aeropuerto, había varias marshrutkas que iban hasta la estación oeste, nosotros para asegurarnos, le enseñamos al conductor la localización en la aplicación maps.me. Nosotros subimos al bus nº380, pero todas estas llegan hasta allí, atención: #111, 11 4 , 129, 132, 21 4, 224, 275, 326, 327,. 330, 344, 350, 358, 386, 908.
Salimos super rápido y nos dejó justo en la puerta de la Western Bus Station. No habíamos salido del bus y ya nos habíamos enamorado del Kirgui.
Número y horario de la marshrutka Bishkek-Karakol
Una vez en la Western Bus Station, nuestro objetivo era encontrar la marshrutka #501 que es la que hace el recorrido Bishkek-Karakol en menos horas. Salía a las 7 am y no sabíamos si todavía quedarían asientos así que íbamos un poquito acelerados.
La estación en un primer momento parecía un poco caótica pero una vez situados, la cosa era muy sencilla. Por estación de buses en Kirguistán, entendemos un lugar con un montón de furgonetas aparcadas por todos los sitios, gente gritando en la puerta de las furgonetas en diferentes idiomas (dedujimos que decían la dirección y la hora de salida) y muchas personas con un montón de bultos y paquetes. Eso sí, dentro de todo esto, siempre tienen su lógica. No es difícil de moverse por allí.
Las marshrutkas #501 que van a Karakol empiezan a salir a las 7 am que es cuando sale la primera y van saliendo a medida que se llenan hasta las 23h. Por lo tanto, lo único seguro es que a las 7 am sale una, a partir de ese momento, habrá que tener paciencia.
Fuimos hasta las taquillas donde había bastante cola y todo era un poco caótico (a parte que todo estaba escrito en ruso…) pero, como hemos dicho, dentro de su caos, todo estaba bien organizado.
Compramos los billetes para Karakol sin problema y sin creérnoslo a las 7h en punto ya estábamos de camino!
Bishkek-Karakol
La marshrutka era una furgoneta bastante vieja. Nos tocó detrás con dos acompañantes más, íbamos bien apretaditos pero muy contentos.
Tardamos 5 horas en llegar a Karakol, 5 horas de trayecto cruzando unos paisajes absolutamente bellos, era un adelanto de todo lo que nos tenía por ofrecer Kirguistán.
La conducción fue bastante buena la verdad, también lo fue durante el resto de trayectos por el Kirguistán. Durante el viaje Bishkek-Karakol, solo paramos una sola vez para ir al baño. Odiamos los trayectos en los que paran mil veces, así que por nosotros, estupendo.
Llegada a Karakol
La furgoneta nos dejó en la parada de autobuses de las afueras de Karakol, allí podríamos haber tomado un taxi pero decidimos andar y así ya de paso conocíamos la ciudad. Lo único malo es que hacía muchísimo calor y estábamos un poquito destrozados. Habíamos volado toda la noche, llegado de madrugada a Bishkek y viajazo de 5 horas en furgoneta. Después de eso, se nos ocurrió la brillante idea de dar un paseíto bajo el Sol de mediodía.
Lo bueno es que Karakol nos fascinó. Mezcla entre alojamientos kirguis y arquitectura URSS. De verdad, si os encanta este estilo, alucinaréis. A nosotros nos encantó ¿lo hemos dicho ya? Es sorprendente, diferente y acogedor, todo a la vez. En Karakol no ha pasado el tiempo. Cuando viajas mucho, cuesta encontrar lugares que todavía te sorprendan y Kirguistán lo consiguió. Y eso que no llevábamos ni 24 h en territorio kirgui. No sabíamos todo lo que nos quedaba por vivir.
Alojamiento en Karakol
Nos alojamos en Guest House on Derbisheva. 15€/noche. Desayuno incluido. Teníamos baño privado en la habitación, tenemos que decir que era muy sencillito. Todo estaba extremadamente limpio. Lo que más nos gustaba era eran los estampados de las paredes, las colchas y todo en general. Al más puro estilo kirgui. La pareja no hablaba inglés pero nos entendimos con el traductor.
Nuestro alojamiento en Karakol no podía ser más top, amable, familiar y auténtico. Era la casa de una pareja de jubilados. Absolutamente genial. Es un alojamiento muy sencillo, pero en el kirgui no esperéis grandes lujos ni grandes habitaciones de hoteles, esta es la media y esperemos que continue así.
La verdad es que una vez instalados nos entró todo el cansancio de golpe y decidimos dormir un rato antes de salir a explorar Karakol. Ya no podíamos más!
Aquí puedes encontrar más alojamientos similares en karakol.
Karakol, amor a primera vista
Después de dormir un par de horas, y aprovechando que no hacía tanta calor, salimos a patearnos todo Karakol. Nos convertimos en fans desde el momento uno.
Karakol es una localidad bastante grande aunque pueda parecer que no. Grande para lo que sería el país. Algunas calles están asfaltadas aunque la mayoría no lo están, por ejemplo la de nuestro alojamiento era sin asfaltar. Tiene un centro muy soviético con mil monumentos y estatuas homenajeando a los líderes comunistas rusos, luego tiene una parte más tradicional y luego las zonas más religiosas. Eso sí, todo está muy pero que muy limpio. No os penséis que es como en el sudeste asiático.
Visitamos la parte más céntrica donde se encuentran todos los edificios gubernamentales construidos por la URSS y todas las estatuas en honor a los ideólogos comunistas. Los símbolos comunistas se encuentran en cada rincón. Luego, recorrimos las avenidas principales y zonas residenciales que no tienen desperdicio alguno.
Una recomendación sobre las estaciones de marshrutkas
Aprovechamos también para confirmar la localización de las estaciones de marshrutkas que teníamos que tomar en los próximos días. Una para ir a Jeti Oguz y otra para ir hasta el valle de Jyrgalan. Y, la verdad, suerte de la aplicación de maps.me. Imprescindible tenerla ya descargada y con los puntos clave marcados. Aunque el problema es que cuesta mucho encontrar las estaciones en google maps y en maps.me o no están marcadas o están escritas solo en ruso y cuando las escribes en inglés, no las localiza. En Karakol suerte del matrimonio de nuestro alojamiento que nos indicó donde estaban. Una vez allí, las marcamos en la aplicación.
Por la noche, cuando ya no hacía tanto calor, Karakol se llenó de familias y amigos, esto hay que verlo. Fuimos a buscar algún sitio para comer, pero encontramos un lugar mejor, un montón de restaurantes que son ventanas y sirven comida para llevar, todo el mundo comía allí en la calle.
Antes de ir a dormir, fuimos al supermercado a comprar litros y litros de agua para las excursiones de los próximos días. También compramos provisiones de comida para la ruta por la montaña que haríamos al día siguiente.
Nos fuimos a dormir bastante tarde y eso que nos teníamos que despertar muy pero que muy temprano para hacer nuestra primera ruta por los paisajes del Kirguistán, nos íbamos hasta Jeti Oguz.
Siguiente etapa…
Estábamos impacientes por conocer las formaciones rocosas más famosas del Kirguistan, Jeti Oguz. Os contamos como llegar y nuestro recorrido por Jeti Oguz en la siguiente entrada. ¡No te lo pierdas!
Día 2. Karakol-Jeti Oguz-7 Bulls-Valle de las Flores-Karakol
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