Hoy empezaba una de las etapas que más peso tendría en nuestro viaje. Iniciábamos el trekking desde la población de Kalaw hasta Inle Lake. Nuestro principal objetivo era conocer a los grupos étnicos que viven en las montañas del estado Shan. El trekking se puede hacer en en 3 días y dos noches (nuestro caso) o en 2 días y 1 noche. En este último, el primer tramo se hace en coche. Estábamos deseando empezar a descubrir esta parte de Myanmar.
Anteriormente…
El día anterior, habíamos llegado a Kalaw después de un larguísimo viaje. Si quieres saber más sobre cómo llegar desde Yangon hasta Kalaw, no te pierdas esta entrada.
⇒Día 3 y 4. Yangon-Kalaw. Cómo llegar de Yangon a Kalaw en bus.
Contents
Trekking de Kalaw a Inle Lake
Día 1. Kalaw-Yavar Pur
Empezábamos el primer día del trekking de Kalaw a Inle Lake que nos iba a ocupar 3 días hasta llegar a nuestro destino final. ¡Empezamos!
Desayunábamos en el hostal de Kalaw Richards Inn tempranito (bastante bueno el desayuno por cierto) y dejamos las mochilas grandes preparadas para que la empresa del trekking las viniera a buscar. Nosotros solo llevábamos las dos pequeñas con lo puesto para pasar estos días. Por cierto, es necesario llevar algo un poco de abrigo, ya que por la noche y de madrugada refresca bastante.
A las 9am nos dirigimos a la caseta de la compañía, punto de encuentro del grupo. Finalmente, éramos unas 10 personas (mal avenidas, ya te lo avanzo) y nuestro guía Tatá (o algo parecido) con el que tampoco tuvimos mucho feeling. Clarísimamente tuvimos mala suerte porque esta empresa nos la había recomendado nuestra compañera de Viatjarambelsulls y además tiene muy buenas críticas en tripadvisor.
Kalaw y las afueras
Salimos de la misma caseta y ya empezamos!
Atravesamos el pueblo de Kalaw y empezamos a andar por una carretera. Estuvimos bastante rato andando y andando por la carretera hasta empezar por un camino de tierra.
Los primeros momentos por la carretera a simple vista no tienen mucho atractivo pero nosotros sí que los disfrutamos. Vas atravesando los campos de cultivo y los campesinos te saludan, les hace ilusión verte y puedes ver cómo son sus casas, la vida cotidiana de la gente, etc. Nosotros estábamos muy interesados en su cultura por lo que interactuar con la gente local era lo que más nos apetecía.
Adentrándonos en las montañas
Dejamos atrás el camino de asfalto y empezamos por lo que hace unos años hubiera sido un bosque. Esto lo decimos porque ya no queda ni rastro de vegetación. Estuvimos andando un montón de horas por un lugar quemado y arrasado. El guía nos comentó que como no tienen acceso a la electricidad, talan los árboles para cocinar. Para hacerlo, hacen un pequeño corte y le prenden fuego solo en la parte inferior. Después de 20 minutos, lo talan. De esta manera la madera queda completamente seca, ya que si está mojada no les sirve.
Deforestación: una lacra en Myanmar.
Una de las partes nada bonitas que vivimos de primera mano durante nuestro trekking de Kalaw a Inle lake fue la terrible deforestación de los bosques y la selva de Myanmar.
A parte de los árboles, también queman grandes extensiones de terreno, para posteriormente utilizarlo para plantar té verde. No queda nada. Andamos horas y horas por montañas desoladas. Sin ver ni un poco de vegetación. A duras penas nos encontrábamos con un árbol que todavía se mantenía en pie. No nos lo podíamos creer. A parte del calor que ya hace en Myanmar, había que añadirle el calor que desprendía la tierra quemada.
Encima, el pobre chico (el guía), hubo un momento que nos dice todo orgulloso -Ya hemos llegado al view point! Y cuando miramos…se nos cayó el alma a los pies. Hectáreas y hectáreas de montañas quemadas. Aquí te dejo la foto.
Continuamos unas cuantas horas más, sin rastro de civilización ni nada interesante alrededor.
Primera parada para comer
Todas las comidas durante el trekking fueron excelentes! Sin duda donde mejor comimos durante todo nuestro viaje por Myanmar. Esta fue la primera toma de contacto. Paramos al mediodía para comer en este fantástico lugar.
Primer poblado: Hin Khar Kore
Por fin, después de tirarnos mil horas andando, llegamos a unos de los poblados de la tribu palung. Una de las curiosidades de esta tribu es que para distinguir si una mujer está casada o soltera, se colocan un cinturón muy característico una vez casadas. Los matrimonios suelen estar acordados por la familia y tienen que casarse con alguien de su mismo grupo étnico aunque sea de otra aldea.
Aquí, esta adorable mujer nos invitó a entrar a su casa y nos ofreció té. Hablan su propia lengua y no hablan el idioma oficial del país pero a esta gente no le faltan ganas de comunicarse. Son todo amabilidad y simpatía.
Pasamos un rato muy agradable conociendo cómo era su cultura, su organización social y sus costumbres y, además, nos sirvió para hacer un pequeño break.
La cosa se ponía emocionante por primera vez en todas las horas que llevábamos andando. Continuamos un tramo más y volvimos a encontrarnos con otro poblado, pero aquí ya no paramos y lo pasamos de largo…para algo interesante que había para ver…
Caminando por las vías del tren
Esto fue lo más (nótese la ironía). De golpe llegamos a unas vías de tren y nos dice que el camino continua por allí. No había ningún tipo de peligro porque todavía quedaban unas cuantas horas hasta que pasara el último tren del día.
En cierto modo, nos hizo gracia y todo (nos empezamos a hacer fotos andando por encima de las vías y tal, lo típico). Pero, cuando ya llevábamos no se cuánto tiempo la cosa…iba decayendo. Ambos lados de la vía estaban llenos de basura que tiraba la gente por las ventanillas del tren. Por momentos, parecía que caminábamos por un vertedero. Por suerte, pudimos ver algunas serpientes y, en especial, una bastante larga que nos dio un poco de repelús…Suerte de estas serpientes que nos daban un poco de vidilla de vez en cuando…
Al cabo de un ratito largo andando por este lugar, empezamos a ver campos de cultivo. Y nos encontramos con estas preciosas estampas:
Llegada a Myin Dike
Este es el pueblecito donde se encuentra la estación de tren. A algunos del grupo nos parecía increíble que no paráramos en las aldeas pero, en cambio, sí que nos sentáramos en un bar a tomarnos algo. Hubiésemos preferido mil veces dedicar este tiempo en conocer a los grupos tribales en lugar de malgastarlo bebiendo cerveza. Y esta sería la primera vez de unas cuantas…
Por suerte, mientras el guía y los otros guiris (que estaban petados de andar) se tomaban sus refrescos, nosotros pudimos asistir a todo un espectáculo. El tren paró en la estación y de golpe, montones de personas del pueblo se acercaron hasta las ventanillas para vender todo tipo de productos a los pasajeros. La escena era de lo más curiosa. Vendedoras cargadas hasta arriba con comida, flores, refrescos, fruta fresca, verduras, etc se desplazaban por el anden a un ritmo frenético. Intercambio de mercancías y billetes sin parar. Apasionante.
Cuando el tren se puso en marcha, todas recogieron y se dispersaron. Calma otra vez. Como si nada hubiera ocurrido. Hicimos como mil fotos, una maravilla.
Cuando se recuperaron nuestros compañeros de trekking, continuamos el camino.
Primera noche: Yavar Pu
Se había terminado el andar por hoy. Llegamos a la casa donde íbamos a pasar la noche. En una de las zonas comunes teníamos los 10 colchones. El baño era myanmar rural style… Un agujero en medio del campo lleno de moscas, pero a eso habíamos ido, a convivir con sus habitantes, tampoco nos esperábamos un baño japonés.
Para cenar, tuvimos auténticos manjares. La cena fue espectacular, deliciosa es poco. Cocinada por la propia familia con fuego de tierra, productos frescos no, fresquísimos. Nos pusimos las botas. Tenemos que reconocer que la comida durante todo el trekking de kalaw a Inle fue espectacular.
Después de cenar, poco tardamos en irnos a la cama. El grupo de gente con el que íbamos no era de lo mejorcito. Digamos que excepto una chica argentina con la que pasamos el resto del viaje, los demás hubieran estado mejor emborrachándose en alguna playa de Tailandia. Digamos que iban a Myanmar porque decir que has viajado a Myanmar queda muy de alternativo. Evidentemente, les importaba cero o nada la cultura e incluso más de una vez hacían cada pregunta desde una visión despótica y de superioridad respecto a la población local que daba vergüenza ajena. Así que pronto a la cama.
Cuesta de entender que haya gente que viaja tanto y en lugar de querer conocer y entender a la población local se dedica a tratarlos como seres inferiores. No conciben otra cultura ni otra manera de vivir que no sea la cultura del consumo. Una canadiense incluso llegó a preguntar que con qué juegan los niños si no tienen ni videojuegos ni nada…lo peor fue el tono que utilizó. Esos niños y esas niñas eran mil veces más felices que los de su país. Otra de las grandes preguntas fue si la cena que estábamos tomando era un lujo para ellos…sin comentarios. Evidentemente, le dijeron que no. Se piensa que deben ser unos muertos de hambre.
Día 2. Yavar Pur-Pacet Fu
Nos despertamos y después de engullir el delicioso desayuno a base de creps, frutas, zumos y café empezamos a andar de nuevo.
Grupo étnico Paoh
De los mejores recuerdos que guardamos del trekking de Kalaw a Inle fue sin duda el contacto con los poblados de las montañas del estado Shan. Hoy íbamos a conocer a otras etnias tribales.
Llegamos al primer poblado del día. Habíamos ido pasando de largo unos cuantos y ya nos estábamos mosqueando y eso que ya habíamos hablado con el guía del tema.
La etnia Paoh vive en diferentes poblados de esta zona y también suelen seguir unas normas sociales muy estrictas y parecidas a la tribu Palung. Una de las características de este grupo es que tanto hombres como mujeres van vestidos de negro. El motivo tiene relación con una larguísima y compleja leyenda de un dragón pero que no me atrevo a contar por miedo a equivocarme…
Nos contaron que al ser una aldea más grande y un grupo étnico bastante numeroso, gente joven suele mudarse a la ciudad para estudiar ya que no tienen educación secundaria cerca de la aldea. Es una novedad ya que la mayoría de personas, una vez acaban la educación básica, se ponen a trabajar en el campo. Otro de los aspectos con los que tenían que lidiar era que muchos de estos jóvenes que se iban ya no les apetecía demasiado volver. Algunos ya se quedaban fuera aunque otros volvían para casarse con la persona que habían escogido sus padres.
Después de este poblado, nos dedicamos a andar durante muchas horas más. Como mínimo el camino era entretenido. Nos íbamos encontrando con gente local trabajando la tierra que estaba encantada de conocernos.
«Baño» en el pantano
Como ya os hemos comentado, durante el trekking de kalaw a Inle también conocimos las partes no tan agradables de Myanmar hablando de medio ambiente. Y, hoy íbamos a encontrarnos con otra realidad.
Lo cierto es que todavía no me puedo creer que nos llevara a este lugar para bañarnos. Agua totalmente contaminada llena de basura. Llegamos a un lugar que está muy bien para observar la vida de la gente local. Había niños y niñas pequeñas jugando y sus padres y madre haciendo cestos, una de las principales actividades económicas de la población.
Pero la idea era bañarse. Evidentemente no nos bañamos ni nosotros ni otro grupo de trekking con el que nos encontramos.
Después de este momento, andamos hasta llegar a la aldea donde dormiríamos esta segunda noche.
Segunda noche: Pacet fu (o algo parecido…)
Este era el pequeño pueblecito donde íbamos a pasar la noche. Un enclave precioso lleno de magia y autenticidad. Unos del grupo que estaban muy preocupados por poner fotos del sunset en el Instagram se fueron con el guía a ver la puesta de sol y nosotros nos fuimos a ver la aldea.
Pudimos compartir un rato muy agradable con la gente local mientras jugaban a un partido de » no sabemos el nombre» pero golpeaban la pelota con el pie y tenían una red como las de voley. Eran muy ágiles y flexibles!
Día 3. Pacet fu-Inle Lake. Fin del trekking Kalaw-Inle Lake.
Este iba a ser nuestro último día del trekking de Kalaw a Inle Lake. Durante el trekking habíamos tenido sentimientos encontrado y hoy nos despertábamos ya con ganas de llegar al destino. Conocer a la gente local nos estaba encantando, pero como he dicho el guía no le daba ninguna importancia. Hoy llegaríamos al punto de tensión más alto entre los que queríamos pararnos en las aldeas, hacer fotos, conocer su manera de vida y los que querían parar en algún bar a tomarse cervezas. Evidentemente, el guía estaba en el segundo grupo (cerveza no bebió, eso hay que decirlo…).
Pasamos fugazmente por dos aldeas y forzamos para quedarnos más rato…Parecíamos un grupo de niñxs de colegio de verdad jajajaj pero es que ya nos daba igual.
Lugares totalmente únicos en el mundo que se mantienen completamente al margen de la globalización y ni tan solo nos parábamos para echar una foto, venga hombre! Total para andar por medio de bosque quemado…creo que podía esperar.
Así que los que no estábamos de acuerdo con el planteamiento del guía nos parábamos cada dos minutos para hacer fotos, para interactuar con los críos que les encantaba vernos (y eran una monada), hablar con la gente, etc. Luego llegábamos donde estaba el guía esperando con cara de asqueado y seguíamos andando como si nada. Cuando veíamos otro poblado, ahí que nos volvíamos a parar. Total, ya estábamos de vuelta de todo. La otra parte del grupo entre que solo quería sentarse en un bar y estaban destrozados (no habían hecho un trekking en su vida) creo que nos querían matar a los que oponíamos resistencia jajaaja.
Una vez pasamos el último pueblecito, se acabó el poco atractivo que le quedaba al trekking. Andamos entre medio de «desierto forzoso». Nada alrededor, como dijo nuestra amiga Araz, parecíamos espaldas mojadas cruzando la frontera por el desierto mejicano…creo que esa es la descripción más gráfica.
Andar por andar, sin nada que ver, sin ningún punto de interés, ni un objetivo final que nos motivara.
Después de no se cuantas horas, llegamos al «restaurante» donde comimos y de ahí partimos hacia Inle Lake.
Recorrido en barca por Inle lake
Esta fue la última etapa. Nos subimos a una barquita y nos despedimos del guía (no muy efusivamente como habrás deducido…). Con la barca nos llevaron a través del lago hasta Nyaung Shwe que es la localidad donde alojarse en el lago Inle.
Antes de llegar, hicimos dos paradas. Una en un local donde fabricaban plata y otra para ver a dos hermanas que todavía llevaban los collares estos de las tribu jirafa. Nos explicaron que eran las últimas de la tribu que lo llevaban (ya eran muy mayores) y que las jóvenes ya no lo utilizaban. Las paradas eran interesantes pero tenían una finalidad comercial. Lo que querían eran que acabaras comprando alguna de sus producciones. La verdad que lo entiendo porque de alguna manera se tienen que ganar la vida.
Llegada a Nyaung Shwe
Nos dejaron en el embarcadero y fuimos a pie hasta nuestro hostal, el Gypsy Inn, excelente! Lo mejor es que se encontraba justo delante del lago.
Sensaciones personales del trekking Kalaw a Inle Lake.
Después de hacer el trekking, nos quedamos un poco con la sensación de que está un «poco forzado» para tener algo que ofrecer a lxs viajerxs. Es decir, montan ese trekking, aparece en unas cuantas guías de viaje, en unos cuantos blogs y ya se convierte en algo «obligatorio» que hacer.
A pesar de eso, nos quedamos con la parte positiva (siempre la hay). Nos quedamos con el descubrimiento de los grupos étnicos (algo totalmente fascinante para nosotros), sus aldeas y todo el aprendizaje que nos llevamos en la mochila. De la misma manera, tenemos que decir que parecía que el trekking consistía en llegar rápido al punto de descanso. Llegábamos a las 4 de la tarde a la casa donde íbamos a dormir y nos sobraba toda la tarde. En lugar de eso, podríamos habernos parado más por el camino y conocer más en profundidad los poblados.
Desconocemos si esto ocurrió por las pocas ganas del guía, por el poco aprecio que sentía por los grupos étnicos. No creo que se debiera a mala intención o desidia más bien al hecho de que no valoran el tesoro cultural que tienen escondido entre sus montañas. Nosotros tuvimos que forzar la máquina para que cumpliéramos el itinerario marcado, ya que nos íbamos saltado varios puntos para llegar antes. Una vez acabamos el trekking, nos pusimos en contacto con la empresa para contarles lo sucedido.
Siguiente etapa…
Durante los próximos días de nuestro viaje, nos dedicamos a descubrir los alrededores del lago Inle y también el interior del lago. Conocer la vida en el lago ha sido la mejor experiencia de todo el viaje.
⇒Día 8. Inle Lake: campos de cultivo y poblados
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