Hoy íbamos a visitar las formaciones rocosas de Jeti Oguz, uno de los motivos principales por los cuales nos habíamos desplazado hasta Karakol. Llegar a Jeti Oguz desde Karakol es bastante fácil aunque pueda parecer que no. Lo bueno de alojarse en Karakol es que está muy bien conectado en transporte público con los principales puntos de interés y con otras zonas del país. Una vez en Jeti Oguz….impresionante todo lo que vimos…te lo contamos todo en esta entrada. ¿Nos acompañas?
Anteriormente…
El día anterior estábamos recién llegados a Kirguistán. Los astros se alinearon para que aterrizáramos super puntuales en el aeropuerto internacional de Bishkek a las 5 de la mañana y nos diera tiempo a hacer los trámites de llegada, viajar hasta la western bus station de Bishkek y subirnos a la primera furgoneta que iba hasta Karakol. Te cuento todo el proceso en esta entrada:
Día 1. Barcelona-Bishkek-Karakol
Contents
Itinerario por Kirguistán
Toda la ruta completa por Kirguistán y un montón de consejos e información práctica que desde nuestra experiencia creemos que puede ser útil para preparar un viaje por Kirguistán en este enlace:
# Kirguistán: Itinerario y guía práctica
Ruta desde Karakol
La ruta que hicimos y que te cuento en esta entrada fue la siguiente: Karakol–Jeti Oguz-7 Bulls-Valle de las Flores-Karakol y visita del parque de atracciones de Karakol (TOP)
Cómo llegar a Jeti Oguz desde Karakol
Nos despertamos temprano pero con tiempo suficiente para disfrutar del desayuno que nos habían preparado en nuestro alojamiento. La verdad que estábamos tan a gusto que alargamos un poquito más. Nos encantaba todo.
Para llegar hasta Jeti Oguz, fuimos a la estación de Marshrutkas que está dentro del pueblo de Karakol, no donde nos dejó la marshrutka de Bishek a Karakol. Si todavía no has leído la entrada, te contamos cómo llegar desde Bishkek a Karakol en transporte público:
Día 1. Karakol: cómo llegar a Karakol desde Bishkek en transporte público
Esta estación de Marshrutkas, estaba a reventar de marshrutkas. A simple viste, podía parecer un poquito localizar la nuestra, por suerte fuimos con tiempo para poder encontrarla, cosa que recomendamos encarecidamente.
Localización de la estación de marshrutkas que llegan a Jeti Oguz
Lo primero que hay que saber es que esta estación se encuentra entre las calles Torgoeva y Aldasheva. Dentro de estas dos calles se encuentra la estación. Es como una especie de patio interior.
La marshrutka que va hasta Jeti Oguz habíamos leído que era la número 371 pero nosotros subimos a las 355. El tema es que según habíamos leído, esta furgoneta no llegaba hasta las montañas y se quedaba en el pueblo, pero ya os decimos que la 355 que nosotros utilizamos sí que nos dejó en las montañas. Hay que asegurarse que llega hasta Dzhety-Oguz Kurort (en ruso: жети огуз Kurort). Lo decimos porque lo que seria el pueblo de Jeti Oguz (Jeti Oguz Village) queda lejos de donde empieza la ruta para ver las montañas.
Respecto al horario de la marshrutka tenemos que confesar que no tenemos ni idea del horario que sigue, sinceramente, intentamos averiguarlo pero fue imposible. Nosotros nos plantamos allí a las 8 am y tardó un poquito en salir porque no sale hasta que se llena del todo.
En este caso, no pagamos el billete en las taquillas, porque no había taquillas, compramos el billete directamente en la marshrutka. Dentro de la marshrutka salía el precio en grande y el itinerario que seguía. La nuestra efectivamente decía que llegaba hasta Dzhety-Oguz Kurort pero como no nos fiábamos porque no entendíamos nada de nada de ruso y solo lo tenían escrito en ruso, se lo preguntamos al hombre que vendía los billetes como mil veces. Suerte que la gente allí es extremadamente amable.
El trayecto duró solamente 1 h, fue muy rápido y la carretera está en buenas condiciones.
Llegada a Jeti Oguz e inicio de los trekkings
Llegamos allí y ya empezamos a hacernos fotos sin parar. Nada más llegar, nos encontramos con las montañas de fondo y las yurtas en primer plano de las famílias nómadas. Al ser verano, todos los campamentos de yurtas estaban en pleno funcionamiento. Esas yurtas no eran alojamiento para turistas, eran casas particulares.
Primera ruta y el sanatorium de Jeti Oguz
Lo primero que hicimos fue rodear el famoso sanatorium soviético que es una auténtica joya para los amantes de la arquitectura soviética, o sea, nosotros. El sanatorium se encuentra rodeado de naturaleza y un río que es el que alimenta las aguas termales.
Después de explorar esta primera parte rápidamente (es un poco obligatorio hacerlo), empezamos la primera ruta. Hay muchas rutas, por lo que hay que centrarse un poquito para aprovechar el tiempo.
En el primer trail que hicimos, nos adentramos en el valle siguiendo el sendero del río en sentido opuesto a la corriente. Era verano y el deshielo de las montañas hacía que el color del agua fuera increíble. Las montañas estaban de un verde exuberante. Esta ruta no tiene dificultad y es muy agradable de hacerla. Llegamos hasta una pequeña cascada y deshicimos el camino para volver al punto de inicio.
Segunda ruta, las famosas montañas de Jeti Oguz y el Valle de las Flores
Ahora sí, vamos a lo que vamos, nuestro objetivo en Jeti Oguz era recorrer de cerca las impresionantes formaciones rocosas y el más preciosísimo Valle de las flores.
En el segundo trail, empezamos a subir la montaña opuesta al sanatorium. Digamos que es la montaña que queda justo delante del sanatorium, al otro lado de la orilla del rio, no en la orilla donde se encuentra el sanatorium. En el lado donde llega la marshrutka. Esperemos que se entienda más o menos…
Ahora tocaba subir y subir hasta la parte más alta. El camino es bastante directo, así que hay bastante desnivel. No recomendamos hacerlo si ha llovido o si está lloviendo.
Desde lo alto, las vistas eran increíbles. Las montañas de Jeti Oguz a lado y lado y en el medio todo recubierto por un manto de flores de colores, no se me ocurre una estampa más bucólica. Allí te sientes más feliz que Heidi. Y, es que por eso se llama el Valle de las Flores. Una preciosidad.
Desde allí empezamos a andar y andar. Era bastante difícil adivinar el camino porqué la vegetación y las flores lo cubrían todo. Sirve para orientarse un poco una vieja granja. Hay que dejarla atrás y continuar andando.
Como hemos dicho no había mucho camino marcado, sobre todo porque la vegetación estaba muy alta (imprescindible pantalón largo de montaña si no te quieres dejar la piel en las plantitas).
Las montañas eran impresionantes. Lo más increíble fue cuando llegamos al cañón. El rio quedaba en la profundidad de las montañas y nosotros desde lo alto teníamos una panorámica brutal. Estábamos rodeados por las impresionantes montañas de Jeti Oguz y de florecillas de colores. El paraíso para nosotros.
Tercera ruta, al otro lado del río
De vuelta en el punto inicial, donde nos había dejado la marshrutka, emprendimos la última ruta. En este trail tuvimos la oportunidad de acercarnos al máximo a las paredes de las impresionantes formaciones rocosas de Jeti Oguz y además, pudimos ver los 7 bulls .
El camino parte desde el mini pueblo que hay montado en la orilla del sanatorium. Cruzamos un pequeño puente y recorrimos las calles sin asfaltar donde se han ido construyendo casas sin mucho orden, algunas muy chulas.
Llegamos al final y empezamos de nuevo a subir y subir. Nos encontrábamos de nuevo entre montañas marrón rojizo e infinidad de verde. Había que ir un poco con cuidado para subir, pero sobre todo para bajar, para no matarse. En esta ruta fue donde más nos acercamos a las paredes de las montañas y también donde hicimos las mejores fotos…porque parece un decorado de película.
Regreso Jeti Oguz-Karakol
Acabamos bastante cansados y no teníamos ni idea de cómo lo haríamos para volver a karakol. Nos dirigimos a lo que se supone era una parada de marshrutka aunque no teníamos ni idea si llegaría alguna a esas horas. Así que en lugar de marshrutkas lo que hicimos fue tomar un taxi compartido hasta el pueblo de Jeti Oguz y allí sí, la marshrutka hasta Karakol. La verdad es que fue facilísimo y sin esperas de ningún tipo.
Sobre Jeti Oguz…
Jeti Oguz es una visita OBLIGATORIA. La belleza de estas formaciones rocosas, del río, el espectacular cañón y las flores que literalmente lo inundan todo es indescriptible. Uno de los muchos regalos que Kirguistán tenía para ofrecernos.
En el parque de atracciones de Karakol
De vuelta en karakol, nos sorprendió lo animada que estaba la ciudad. De camino a casa, dimos con un descubrimiento TOP. Un parque de atracciones al estilo Kirguistán que no tenía desperdicio alguno. De golpe, se nos pasó todo el cansancio y nuestras piernas tenían de nuevo energía para disfrutar de este tesoro soviético. Hasta nos subimos en una atracción porque nosotros estábamos más entusiasmados que las niñas y los niños pequeños que había por allí. Os dejamos algunas imágenes.
Antes de llegar a casa, fuimos a comer algo rápido porque sabíamos que en el momento que nos metiéramos en la ducha ya no volveríamos a salir… No es que la oferta gastronómica de Karakol sea la bomba pero tienen un montón de restaurantes take a way de hamburguesas, falafels (deliciosos), burritos, hotdogs, etc. Además, con mucho ambiente. Durante el día el calor es bestia y cuando se va el Sol, la gente se anima a salir.
Siguiente etapa…
Al día siguiente, tuvimos una jornada de lo más completa. No nos sobró ni un solo segundo del día. Para empezar, fuimos a visitar las aguas termales de Ak Suu, luego recorrimos parte del trail de Altyn Arashan y volvimos en plan express a Karakol para subirnos a la furgoneta que nos llevaría hasta la aldea de Jyrgalan. Todos los detalles en la siguiente entrada ¡No te lo perdas!
Día 3. Karakol- Ak-Suu Hot Springs- Altyn Arashan- karakol-Jyrgalan
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