Corcovado es uno de los parques nacionales más vírgenes de Costa Rica. Su acceso continua estando muy controlado y solo está abierta una pequeña parte de la enorme extensión de selva de Corcovado. En esta entrada os contamos cómo entrar en Corcovado, qué trekking hicimos, los impresionantes paisajes que encontramos y lo mejor de todo, la cantidad de animales en libertad que tuvimos la oportunidad de ver. Un trocito de selva protegido y mimado que se convirtió en lo mejor de nuestro viaje a Costa Rica. Toda la info a continuación!
Anteriormente…
El día anterior, llegábamos a Puerto Jiménez desde Manuel Antonio y nos pasamos la mayor parte del día en la carretera. Cómo llegar a Puerto Jiménez os lo contamos en esta misma entrada (poco misterio) por eso el link que os dejamos no es del día anterior, si no de nuestra fantástica experiencia en Manuel Antonio. Todo en el siguiente link:
Día 12: Manuel Antonio: visitamos el parque Nacional Manuel Antonio
Contents
Cómo visitar Corcovado
Lo primero que hay que tener en cuenta es que para entrar en Corcovado es obligatorio hacerlo con un guía autorizado y registrarse en uno de sus puestos de control (La Sirena o La Leona). Para encontrar un guía se puede hacer a través del alojamiento, de una agencia o directamente ponerte en contacto con uno. Muchas veces cuando nos dicen que tenemos que entrar con un guía, nos parece que es una manera de hacer negocio, pero en el caso de Corcovado es totalmente indispensable. En Corcovado no hay ningún camino marcado y si no es siguiendo los pasos de alguien que conozca perfectamente la selva, es imposible orientarse.
Opciones
Hay básicamente estas opciones dependiendo de los gustos pero sobretodo del estado físico de cada persona. Y esto último hay que tenerlo muy en cuenta.
⇒La primera opción es viajar en barca desde Sierpe hasta Estación La Sirena y allí hacer un pequeño trekking por los alrededores de La Sirena y dormir allí si se desea.
⇒La segunda opción es hacer un trekking de 42km partido en dos días. Se parte desde Carate (zona Puerto Jiménez) hasta Estación La Sirena y se hace noche. Al día siguiente se hace el camino inverso.
⇒Una tercera opción es hacer un trekking desde Carate (zona de Puerto Jiménez) sin necesidad de llegar hasta La Sirena. Un trekking más corto de ida y vuelta en el mismo día.
Qué llevar para hacer trekking en Corcovado
Antes de nada, hay que llevar el menor peso posible. La elevada humedad y el calor aumentan el cansancio y el desgaste físico. La idea es disfrutar del trekking…
⇒Mucha agua. 2/3 litros por persona.
⇒Zapatillas deportivas cómodas y que no sean muy pesadas. En este caso, no recomendaríamos botas de montaña porque para hacer un trekking tan largo y por los terrenos en los que vamos a andar pueden llegar a cansar.
⇒Zapatillas de recambio. Por si se nos mojan (agua, barro, etc). Pueden ser sandalias de trekking.
⇒Frutos secos a montones. Es lo que más energía da y no pesan.
⇒Gorra, crema solar y ropa para protegernos del Sol. Toda precaución es poca.
⇒Linternas
⇒Toalla y algo de ropa de recambio para cuando nos duchemos en el refugio de La Sirena.
⇒Medicamentos para el dolor de cabeza (insolación) y algo para heridas o rozaduras.
⇒Cargadores. En el puesto de la Sirena hay electricidad por lo que se pueden recargar móviles y cámaras.
Por último, todo lo que llevemos en la mochila tiene que ir guardado dentro de bolsas de plástico por si llueve. No hace falta que llevéis impermeable para vosotros porque con el calor que hace, si llueve, os va a dar una alegría (a nosotros no nos llovió).
Puerto Jiménez: base para explorar Corcovado
Cómo llegar a Puerto Jiménez
Llegar a Puerto Jiménez es muy fácil. Una carretera nuevecita en excelente estado lleva directamente a Puerto Jiménez desde Manuel Antonio. Habíamos leído que llegar a Puerto Jiménez requería vadear algunos ríos. Para nada. Quizás hasta hace poco tiempo sí que lo era, pero ahora una estupenda carretera hace que esta parte de Costa Rica esté un poco menos aislada (solo un poquito menos…).
Puerto Jiménez está muy aislada del resto de la civilización y eso nos encantaba. Un par de calles con casitas, el bar del pueblo y pocos alojamientos. Eso sí, el calor de Puerto Jiménez era difícilmente soportable…no hemos pasado tanto calor en ningún otro sitio de Costa Rica como en Puerto Jiménez y en Uvita.
Alojamiento en Puerto Jiménez
El día anterior cuando llegamos, dejamos las mochilas en nuestro hostel Cabinas The Corner y fuimos a explorar la zona. Llegamos a la zona de «playa» y había marea baja. Parecía el fin del mundo. Un paisaje salvaje, sin urbanizar, sin gente…en resumen, ideal para nosotros.
A las 15h quedamos con Carlos, nuestro guía en Corcovado. Nos vino a ver al hostel para acabar de concretar algunos puntos del trekking y solucionar posibles dudas que teníamos.
Nuestra ruta por Corcovado
Primer día de trekking
Nos despertábamos a las 4.30 de la madrugada porque habíamos quedado con Carlos a las 5am. Nos pasó a buscar y fuimos con nuestro coche hasta Carate. Para hacer este tramo, es imprescindible tener un vehículo 4×4. Suerte que íbamos con él porque si tenemos que pasar por esos caminos por nuestra propia iniciativa…damos la vuelta. Entre otras cosas, hay que vadear dos ríos. Dos ríos de verdad, nada de hilitos de agua. Desde Puerto Jiménez hasta Carate, donde empezamos el trekking, tardamos unas 2h.
Durante este trayecto, ya pudimos ver una lechuza, pizotes reales y caracara. Os dejamos las fotos! Algunas no son de mucha calidad porque las hicimos a través del prismático de Carlos y con el móvil. También se podrían haber hecho con la cámara que hubieran sido de mucha más calidad pero no quería que se rallara la lente…
Carate-La Leona
Llegamos a Carate y dejamos el coche en un pequeño aparcamiento vigilado un hombre y su familia día y noche. El precio del aparcamiento es de 10$.
Empezamos a andar los primeros 4km hasta la estación de La Leona donde nos tenemos que registrar. Durante estos primeros kilómetros ya podemos ver murciélagos y ranas venenosas. Hace muchísima humedad y estamos sudando a mares. Ahora entendemos porque Carlos nos había dicho que lleváramos 3 litros de agua cada uno.
En La Leona tenemos que registrarnos y entregar los permisos que nos había tramitado Carlos. Hacemos una breve parada y aprovechamos para comer algo. También hay una fuente de agua potable, baños y duchas.
La Leona-La Sirena
Continuamos el trekking adentrándonos en la selva, andando por playas paradisíacas y sorteando ríos y entrantes del océano. Los paisajes que nos brinda Corcovado son de una belleza inmensa. Encontrarnos solos caminando por semejante paraje fue uno de los mejores regalos del viaje.
Además de estos impresionantes paisajes, tuvimos la grandísima oportunidad de ver de cerca infinidad de animales. El encuentro con los animales salvajes en libertad fue una experiencia preciosa y muy emocionante. Por momentos, nos venían flashes de nuestro encuentro con orangutanes salvajes en la selva de Sumatra.
Imprescindible nuestro guía
Lo que sí que queremos matizar y dejar bien claro es que sin la ayuda y el increíble trabajo de nuestro guía Carlos, para nada hubiéramos visto ni un 1% de los animales que nos encontramos. Carlos tiene una intuición especial y un conocimiento de la selva admirable. Sabía dónde buscar, dónde mirar, dónde pisar, absolutamente todo. Cada vez que escuchaba un pequeño ruido, en seguida sabía de qué animal se trataba y cómo localizarlo. Sin él, la mayoría (por no decir todos) nos hubieran pasado desapercibidos.
A modo de ejemplo de lo que os contamos, solo empezar, cuando estábamos llegando a La Leona, le comentamos que todavía no habíamos visto la típica ranita de Costa Rica. Al poco rato, se paró en secó, levantó una hoja de una planta y allí estaba la ranita. Como por arte de magia. Y, así todo el viaje. Estábamos fascinados.
Y, todo lo que vimos…
Os dejamos una muestra de todos los animales y paisajes que vimos durante el trail en Corcovado.
Noche en Estación La Sirena
Llegamos al refugio de La Sirena muy agotados (casi lloramos de la emoción ?).
Tardamos más de la cuenta porque evidentemente la idea del trekking es ver animales. Para hacerlo, hay que tener mucha paciencia, parar, estar un buen rato de pie esperando a que aparezca el animal en cuestión, darte cuenta de que nos estamos desviando un montón de la ruta y de que luego tendremos que andar todo ese trozo otra vez, retroceder y avanzar de nuevo, etc. Todo ello hace que te canses más que si lo andas todo del tirón.
Las instalaciones de La Sirena están genial. Tienen absolutamente de todo pero con una arquitectura respetuosa y completamente integrada en el entorno. Lo primero que hicimos fue ducharnos y después sentarnos a descansar hasta que fue la hora de cenar. Con la reserva ya teníamos asignadas las camas que, por cierto, nos encantaron!!!!!!!!!!!!!! Un recinto cubierto pero al aire libre nuevecito con literas protegidas con mosquiteras todas de color blanco. Por la noche fue mágico.
La cena en La Sirena fue ESPECTACULAR. No tenemos palabras. La comida era deliciosa y muy abundante. Disfrutamos como niños.
A las 8 ya estábamos durmiendo. Al día siguiente, nos teníamos que despertar (ATENCIÓN) a las 3 de la madrugada!
Segundo día de trekking en Corcovado
Nos despertamos a las 3 de la madrugada en medio de la oscuridad solo con el sonido de los animales de fondo. Nos vestimos, y nos pusimos en marcha. Para andar teníamos que ir con las linternas porque no había ningún tipo de alumbramiento. Andar a oscuras por medio de la selva es un poco…inquietante…
La Sirena-La Leona
Solo empezar a andar, esto fue lo que nos encontramos. Una terciopelo venenosa. Acabábamos de empezar y ya nos iba el corazón a mil. Era preciosa pero ni ella estaba muy contenta de vernos ni nosotros…
Lo siguiente que nos tocó hacer fue cruzar un tramo del río a oscuras. Nada más llegar, Carlos enfoca con su linterna al agua y allí estaba, un pequeño cocodrilo con medio cuerpo fuera del agua. Evidentemente, no podíamos cruzar por dentro del agua como teníamos pensado (era un tramo muy poco profundo) así que tuvimos que buscar una zona donde había unos troncos y unas ramas. Pudimos cruzar por encima sin tocar el agua haciendo equilibrios y con algún rasguño.
Lo bueno de salir de noche es que así evitamos las horas más duras de sol. Pero, ese no era el único motivo. También teníamos que tener en cuenta el horario de las mareas. Teníamos que cruzar un tramo antes de que subiera por completo. De otro modo, nos tocaría esperar unas cuantas horas hasta que volviera a bajar. Y, a pesar de tener el tema controlado, tuvimos que cruzar por encima de las rocas esquivando las olas. Fue bastante divertido. La enorme playa por la que habíamos andado el día anterior había desaparecido por completo en algunas zonas.
La Leona-Carate
A medio día ya habíamos llegado al puesto de La Leona. Volvimos a registrar nuestra salida del parque y, ahora, solo nos quedaban los últimos kilómetros hasta el coche en Carate. Y, por fin, llegamos después de un trekking absolutamente IMPRESIONANTE!
El trekking fue duro, no os vamos a engañar. El terreno es muy irregular, a veces hay que andar unos kilómetros por arena de playa, otras en subida y lo peor, lo que más nos desgastó, fue la humedad y el calor extremo. Si uno no se ve realmente preparado, mejor que no emprenda el camino porque no va a disfrutar de este rincón tan especial. Pero, si por el contrario, estáis decididos a hacerlo, será la mejor experiencia de vuestro viaje y nosotros no lo podemos recomendar más.
Un total de 42 kilómetros de playas desiertas, selva virgen y animales que solo es posible verlos en este rincón del mundo. No me digáis que no merece la pena hacerlo!
Siguiente etapa…
Después de este impresionante trekking en medio de la selva completamente inolvidable, habíamos puesto el listón muy alto. Pero, lo cierto es que en Costa Rica, el contraste de paisajes hace prácticamente imposible comparar un sitio con otro porque son radicalmente diferentes. Por eso Uvita nos gustó taaaanto! Una puesta de Sol de color morado y rojizo que no habíamos visto en la vida! Por cierto, hay un truquito para entrar sin pagar en el parque nacional de Uvita…Os lo contamos todo en la siguiente entrada:
Día 16. Puerto Jiménez-Parque Nacional Marino Ballena en Uvita
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Ruta por libre por Costa Rica
Día 1. San José
Día 2. Volcán Poás– La Fortuna
Día 3. La Fortuna- Parque Nacional Volcán Arenal– El Chorro- La Fortuna
Día 4. La Fortuna- VolcánTenorio (Trekking Río Celeste)-Rincón de la Vieja
Día 5. Parque Nacional El Rincón de la Vieja ( Sector Santa María- Sector las Pailas)
Día 6. El Rincón de la Vieja- Liberia- Playa Panamá-Playa Hermosa-Liberia
Día 7. Liberia- Sector Santa Rosa (trekking Mirador Playa Naranjo) – Liberia
Día 8. Liberia- Bagaces – Cataratas Llanos del Cortés-Bagaces
Día 9. Bagaces- Santa Elena
Día 10. Bosque Nuboso de Santa Elena: trekking por libre en el parque.
Día 11. Santa Elena (Canopy/tirolinas) -Tárcoles- Manuel Antonio
Día 12. Parque Nacional Manuel Antonio
Día 13. Manuel Antonio- Puerto Jiménez
Día 14 y 15. Parque Nacional Corcovado ( trekking Carate- La sirena-Carate)
Día 16. Puerto Jiménez- Uvita (Parque Nacional Marino Ballena)
Día 17. Uvita-Cartago– Valle Orosi-Cartago
Día 18. Cartago- Volcán Irazu– Cahuita
Día 19. Parque Nacional de Cahuita
Día 20. Cahuita- Puerto Viejo de Talamanca– Cahuita
Día 21. Cahuita- Aeropuerto de San José
Día 22. Bogotá: visita exprés por el centro de la ciudad- Barcelona
Hola chicos!! Nosotros estamos pensando en hacer ese mismo trekking y al hablar tan bien de Carlos nos gustaría contactar con él. Podeis darnos su contacto(por email privado si preferís)? Muchas gracias!!
Hola Belen! Muchas gracias por escribirnos. Ningún problema. Escríbenos al email viatgelovers@gmail.com y te pasamos todos los datos de contacto! El trekking de Corcovado fue de lo mejorcito de Costa Rica. Eso sí, hay que estar en forma y acostumbrado a andar 😉 Un abrazo!!