Día 6. Ushuaia-Punta Arenas

Llegábamos a Punta Arenas después de pasar un viaje muy entretenido donde, entre cosas, pudimos ver delfines endémicos de esta zona. Cruzamos la frontera y entramos en Chile. No sería la primera vez que cruzaríamos la frontera entre Argentina y Chile. Os contamos cómo llegar a Punta Arenas desde Ushuaia. Un viaje con mucha historia. Paso a paso en esta entrada! 

Anteriormente…

Nuestro último día en Ushuaia, lo pasamos recorriendo el Parque Nacional Tierra de Fuego. Tierra de Fuego es una de las visitas estrella en Ushuaia que, por supuesto, no te puedes perder. Si todavía no la has leído, te dejamos la entrada de nuestro paso por Tierra de Fuego en este link ???

Día 5. Ushuaia: visitamos el parque nacional de Tierra de Fuego

Punta Arenas: como llegar a Punta Arenas desde Ushuaia

Cómo llegar a Punta Arenas desde Ushuaia

Para llegar a Punta Arenas desde Ushuaia nosotros escogimos el autobús. Compramos los billetes con Bus Sur por Internet a través de su página web. Mejor que los compréis directamente con ellos, las agencias cobran comisión por la gestión. Todos las compañías salen desde la terminal de bus de Ushuaia, justo al lado del punto de Información turística

Comprar los billetes con antelación en temporada alta

Si vais durante los meses de enero y febrero mejor que tengáis reservados los billetes con suficiente antelación porque se agotan en seguida. Un grupo de daneses que se alojaban con nosotros en el hostel no pudieron ir a Punta Arenas ya que cuando fueron a comprar los billetes, estaban todos vendidos.

Para subir al bus, hay que llevar el billete impreso. MUY IMPORTANTE. No sirve enseñarlo en la pantalla del móvil, lo quieren en papel. También hay que enseñar el pasaporte. No hace falta hacer cola ni nada porque los asientos son reservados. Cuando subes, te dan el papel de inmigración para entrar en Chile. Hay que rellenarlo al principio del viaje, porqué el conductor pasa luego a revisar si todo está correcto. Nosotros teníamos alguna duda y uno de los conductores nos ayudó a rellenarlo.

Por cierto, el bus tiene baño ya que no hace ninguna parada a parte de las necesarias en las aduanas.

Rumbo a Punta Arenas

A las 7 de la mañana nos despedíamos de Cristian, el alma del Mirador del Beagle Hosteria, el que había sido nuestro alojamiento en Ushuaia. Todo un personaje que hace que nos hizo sentir como en casa. Nuestra estancia en el hostel ha sido genial a pesar de tener que subir un camino campo a través para llegar, nos lo tomamos con muy buen humor!

A las 7.30 ya estábamos en la estación con el resto de viajerxs. Nos habían dicho que teníamos que estar media hora antes pero los conductores no se han presentado hasta casi las 8. Aquí es otro ritmo!

Lo gracioso es que en el billete ponía que era «semicama». La semicama ha resultado ser un asiento normal de bus que se puede reclinar un poquito el respaldo. Cuando hemos pensado que teníamos que estar así 12 horas nos ha entrado la risa. En fin…! Lo que no sabíamos era que de dormir…nada de nada….

Un recorrido MUY entretenido

El primer tramo transcurre en medio de las montañas, el paisaje es increíble y las vistas más. Atraviesa toda la cordillera entre las montañas nevadas. En algún momento, incluso había nieve en la carretera.

Se llega a subir bastante y la carretera no está asfaltada en ningún tramo hasta la entrada de Punta Arenas. Entre el movimiento y las curvas, las personas que se marean pueden tener algún problemilla. Si sois de esas personas, mejor tomarse alguna pastillita antes de subir. Avisadxs estáis!

Todo iba bien hasta que en plena subida, vemos que frena el bus y se bajan los conductores. Al rato, empezamos a escuchar golpes, nos bajamos para saber qué estaba pasando. Algo del bus se había roto y lo estaban arreglando a «lo cubano». Por suerte, hay gente buena en el mundo, y otro bus se paró justo delante para ayudar a arreglar lo que sea que pasara.

Era un espectáculo. Maderas, martillos, cuerdas…el tema es que en poco más de una hora ya lo tenían arreglado. Parecía que ya estaban más que acostumbrados. Teníamos serias dudas de que con el apaño que habían hecho llegáramos a Chile (12horas de bus), pero solo tuvimos que parar una vez más por problemas mecánicos y llegamos!

Frontera argentina

Una ves que descendimos de las montañas, dejamos atrás la carretera montañosa, y, de repente, todo era plano, nada habitado hasta llegar a la aduana argentina. Cuando llegamos, bajamos del bus, hicimos cola en la aduana, sello en el pasaporte, pregunta de rigor del funcionario y de nuevo subimos al bus. 

Frontera chilena, mucha paciencia

Continuamos un tramo más y llegamos a la aduana chilena. Esta vez, íbamos a estar mucho más rato. Hablando claro, es un coñazo de aduana.

Nada de comida fresca

Antes de llegar, nos tuvimos que comer los bocatas porque no se puede entrar nada de origen vegetal o animal ni productos frescos. Alimentos tipo galletas y demás, sí que dejan pasarlos.

Colas, colas y más colas

Bajamos del bus con todas las mochilas y pertenencias que teníamos arriba y fuimos a hacer la primera cola. En esta se entrega el pasaporte, el papel que nos habían dado en el bus para rellenar y nos hacen las típicas preguntas de por qué vamos a Chile, etc.

Acabamos esa cola, salimos y todavía teníamos que hacer otra cola ENORME para pasar las mochilas de mano por el escáner. Lo mejor es que la caseta donde está el escáner es tan pequeña que la cola se hace fuera con todos los coches pasando. La carretera está sin asfaltar así que estuvimos tragando polvo un ratito.

Eso sí, estábamos la mar de entretenidxs. La frontera es un caos. Todos los coches tienen que ser registrados y más o menos lo hacen pero vamos…había un solo policía haciéndolo y era todo por encima…eso si la cola de vehículos era larguísima. Digamos que no es que el control sea muy exhaustivo si no que más bien van cortos de personal.

El «perro policía»

Mientras hacíamos la cola para pasar el escáner, al conductor de nuestro bus le hicieron sacar todas la mochilas grandes del maletero (acabaría con la espalda destrozada el pobre) para que el «perro policia» las oliera. Igual era un crack el perro pero in situ no estaba muy por la labor y nos echamos unas cuantas risas los de la cola, también hay que decir que estábamos muy aburridxs…

Una hora después…

Por fin, pasamos por el «escáner». En este momento, entregamos el papel de declaración de bienes. No os imaginéis un control como en el aeropuerto de El Prat. Pasabas la mochila por el escáner cuando el pobre policía podía porqué no daba abasto y la recogías por el otro lado, no hay que pasar por el detector de metales (básicamente porque no hay), ni sacarse la chaqueta, ni lo que tienes en los bolsillos de la chaqueta, ni te registran, ni nada.

Una vez acabamos, nos subimos al bus pero tuvimos que esperar que todos los pasajeros acabaran de pasar los controles.

En total, estuvimos más de una hora cruzando la frontera.

Cruzando el estrecho de Magallanes

Por fin, nos ponemos en marcha y al poco se vuelve a parar. Accidente de tráfico. Yuhu! Mira que pasan pocos coches…Hay que decir que la carretera es toda de arenilla, no está asfaltada, pero vamos tampoco es para tanto. El caso es que dos coches habían chocado y estaban creando una cola kilométrica.

Nos tiramos tres cuartos de hora allí parados en medio de la nada. Justo cuando empezamos a dormirnos…hay que bajar corriendo porque el ferry para cruzar el estrecho de Magallanes zarpa en pocos minutos y nos está esperando.

Un show, eso parecía el desembarco de normandía pero al revés. Todo el mundo corriendo al ferry con las botas desabrochadas, cogiendo las mochilas… No nos pudimos ni hacer una foto mítica con el cartel de «Usted está cruzando el estrecho de Magallanes».

Mientras cruzábamos este simbólico lugar, una familia de delfines australes nos sorprendió acompañándonos todo el viaje!!!

Punta Arenas, Patagonia -ViatgeLovers.com
Delfín austral cruzando el estrecho de Magallanes con nosotros.

Los delfines australes tienen los mismos colores que las orcas y de lejos se pueden llegar a confundir. La Patagonia no deja de regalarnos momentos impagables como estos! Y nosotros que pensábamos que el viaje se nos iba hacer muy pesado…!!!

Solo se tarda unos 15 minutos en cruzar el estrecho. Una vez desembarcamos ya nos volvemos a subir al bus y esta vez sí todo (casi) del tirón hasta Punta Arenas. Solo paramos una vez por problemas mecánicos pero fueron dos minutos.

Todo el recorrido desde que salimos que Ushuaia hasta llegar a las afueras de Punta Arenas es completamente inhóspito, sin habitar, todo desierto. Solo vimos algunas llamas campando a sus anchas.

Punta Arenas, Patagonia -ViatgeLovers.com
Este fue el paisaje que nos encontramos durante nuestro trayecto en bus.

Punta Arenas

Terminal de Bus en Punta Arenas 

Pasadas las 8 de la tarde, llegamos a Punta Arenas. La terminal de bus está justo en el centro. Nos costó un poco encontrar el hostal, pero aquí y en Argentina la gente ha sido siempre super amable con nosotros y, una vez más, una buena samaritana nos ayudó a encontrarlo.

Alojamiento en Punta Arenas

Nos alojamos en el Hostal Doña Irma. Básicamente es la casa de Doña Irma y alquila las habitaciones. La mujer es todo un personaje. Si os alojáis aquí que sepáis que le encanta la música…!!! Nosotros estamos super bien, es muy acojedor y está a 5 minutos del centro. Tenemos baño privado, nos entra el desayuno y podemos utilizar la cocina. La habitación está muy pero que muy bien y la ducha funciona perfectamente!!!!!!!!!!!!!!!!

Qué hacer en Punta Arenas

El motivo principal por el cual hemos venido a Punta Arenas es viajar hasta Isla Magdalena para visitar una colonia de pingüinos magallánicos. Pero, después de tanto tute en Ushuaia, también aprovecharemos para descansar un poquito. 

Punta Arenas es una ciudad más bien pequeña y tranquila. Conocida por los fuertes vientos que azotan la ciudad, no tiene mucho más atractivo a parte del centro histórico y pasear por la zona marítima para alucinar con la fuerza que golpean las olas del pacífico. 

Nosotros aprovechamos el día siguiente para descansar del tute de trekking que habíamos hecho en Ushuaia y visitar pasear tranquilamente por las calles de Punta Arenas. Teníamos un viaje de unos cuantos meses por delante y teníamos que dosificar las fuerzas. 

Punta Arenas -ViatgeLovers.com
Algunos de los monumentos de Punta Arenas
Punta Arenas -ViatgeLovers.com
Por la zona marítima podemos encontrar algunos de estos murales.
Siguiente etapa…

Mañana visitaremos la ciudad y aprovecharemos para hacer algunas gestiones sobre el próximo destino después de la Patagonia. No fue un día muy «interesante», por eso os dejamos el link de nuestra visita a la colonia de pingüinos de Isla Magdalena que hicimos justo después! 

⇒Día 8. Visita a la colonia de pingüinos de Isla Magdalena


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