Ya nos encontrábamos en Senaru, una pequeñísima localidad al noroeste de Lombok. La isla de Lombok es muy conocida por sus famosas e inexploradas playas del sur, la mayoría de ellas para surfear. Pero nosotros teníamos otros planes. Queríamos explorar la zona norte. En concreto, las cascadas de sendang Gile y Tiu Kelep. También dejábamos abierta la posibilidad de hacer tres días de trekking para llegar hasta la cima del volcán Rinjani. Otro volcán activo de Indonesia. Ya nos estábamos convirtiendo en coleccionistas de volcanes y es que no nos cansamos nunca de explorar este fenómeno de la naturaleza.
Anteriormente, en Gili Trawangan…
Los días anteriores los habíamos pasado disfrutando de las magníficas puestas de sol de las islas Gili (entre cosas). Te dejo la entrada de las Gili para que te empiecen a entrar ganas de viajar hasta ellas…
Día 16-17-18-19. Gili Trawangan: playas, puestas de sol y cenas en la orilla del mar
Contents
Día 20. Gili trawangan-Senaru (Lombok)
Hoy nos despedíamos del personal del hotel de Gili Trawangan, Ville Pine Tree. Nos daba tanta pena que nos dio por calcular lo que nos costaría quedarnos a vivir en él. Mejor no haberlo hecho porque infinitamente menos que vivir en nuestra ciudad de origen…
En el hotel, como en todo el sudeste asiático trabajaban tropecientas personas para solo 8 habitaciones. Todxs super jóvenes y entregadxs. Se notaba que tenían muy buen rollo entre ellxs y había muy buen ambiente. Para nosotros eran «demasiado» amables. Nos querían hacer mucho la pelota y eso nos incomodaba bastante pero supongo que es lo que les han enseñado. Cuando llegamos, el encargado (que tendría 18 años) nos metió un rollo de que si aquí éramos todos una familia y nos dijo una frase que de tan cursi que casi nos da algo. Venía a ser algo tipo que si nosotros éramos felices ellos también. Casi salgo corriendo. Pero luego nos dimos cuenta de que eran super majos y bueno…lo deben hacer porque hay que ser realista, a muchos turistas les gusta que les den jabón todo el día.
Cómo llegar a Senaru
Llegar hasta aquí no había sido nada difícil, pero la falta de transporte público terrestre en Lombok hace que los precios suban un poco.
Barca pública Gili Trawangan-Senggigi
Este fue el primer paso. Cogimos el transporte público marítimo que va desde la Gili a Senggigi que es el puerto principal de Lombok. Este trayecto fue toda una experiencia.
Para subir, hay que comprar los billetes en la caseta que hay en el «puerto». Cuesta encontrar, está justo encima de la arena. Lo mejor es preguntar a los locales si no la encontramos. Los billetes se compran el mismo día. En teoría, salen barquitas cada hora pero salen cuando están llenas. Así que en cuanto el encargado de los billetes anunció la salida de la barca, corriendo que nos dirigimos a hacer cola, porque sino, es fácil quedarse en tierra.
Bueno esta barquita de madera a punto de desintegrarse no tiene nada que ver con la lancha rápida con la que llegamos a Gili Trawangan desde Ubud.
Para subir, toca descalzarse y arremangarse bien los pantalones. Nos sentamos donde podemos y como podemos con las mochilas encima nuestro porque todo el suelo está con dos palmos de agua. Conseguimos coger sitio. Los pasajeros que nos acompañan componen una imagen peculiar. Una mezcla entre turistas luciendo cuerpo con locales vestidos de manera tradicional. Todo un experimento sociológico. La barca hasta arriba de gente, bultos, maletas y paquetes. Hasta animales en jaulas llevamos dentro. No nos falta compañía!!!
Cuando ya está todo el mundo sentado, emprendemos el viaje. Pero a la que empezamos a navegar, entra agua por todos los rincones y tuvimos que ir moviéndonos durante gran parte del trayecto. Hay que concentrarse mucho para no marearse. El movimiento se notaba muchísimo…quizás no tanto como en las lanchas de Galápagos pero la barca tampoco es que fuera muy resistente. Lo bueno del trayecto es que dura solo unos 30 minutos.
Cuando por fin tenemos el puerto de Sengigi en frente de nuestras narices, nos toca esperar bastante tiempo hasta que hay una buena oportunidad para llegar a la orilla. Para bajar de la barca, zapatos fuera. El agua hasta la cintura. Qué contento se va a poner el del taxi cuando nos vea así…
Taxi compartido
La playa de Sengigi es de arena negra. El norte de Lombok es territorio de volcanes y la mayoría de su costa está cubierta por arena oscura. Una maravilla de paisaje. Allí ya nos estaba esperando un conductor que habíamos contratado para llevarnos a Senaru. El taxi lo compartíamos con otro chico austriaco para rebajar costes. El pobre hombre se enfadó un poquito porque subimos al coche con los pies rebozados en arena negra…aunque nos dijo muy educadamente que había una manguera para lavarse los pies…ya era tarde. Y eso que no se percató de que teníamos los pantalones completamente mojadxs…
Y…cuando pensábamos que íbamos directos a Senaru…paradita de rigor en una agencia que organiza excursiones. Que pesadilla de verdad. Bastante teníamos los tres con mantener la compostura y no vomitarle dentro del coche después del paseito en barca.
Nos tuvieron allí un buen rato hasta que al final los tres (el chico austriaco y nosotros dos) dejamos claro que no íbamos a contratar nada bastante hartxs de tanta insistencia. Por fin, subimos al coche y, ahora sí, ponemos rumbo a Senaru.
El tramo por carretera a parte de un intercambio de experiencias viajeras con nuestro compañero, se convierte en una ruta por paisajes verdes con frondosa vegetación, palmeras a la orilla del mar, playas vírgenes de arena negra y poblados de película. Lombok nos recuerda en cierta manera a nuestros primeros días en la isla de Sumatra (con mejores carreteras, eso sí). La vegetación es totalmente exótica y cuando nos empezamos a adentrar en las montañas, terrazas de arroz mil veces más idílicas que las Bali se abren ante nosotros. Bali ya nos empieza a parecer lo mas flojo de nuestro viaje…como mínimo, lo menos interesante.
Llegada a Senaru
Senaru básicamente se compone de una carretera con pequeñas cabañas de gente local a banda y banda. El conductor nos deja en la puerta de nuestro hostal. Un lugar entrañable. Rodeados de vegetación, en la parte más alta del pueblo donde empiezan los trekkings que se dirigen al volcán Rinjani. Es el hogar de una joven pareja y su espabiladísma peque. Solo tienen tres habitaciones por lo que la tranquilidad está más que asegurada…o no…
Solo llegar nos recibe la mujer que no habla nada de inglés pero nos enseña nuestra habitación con una gran sonrisa. Nos encanta el lugar. Todo super limpio, evidentemente no tiene agua caliente y aquí hace bastante frío por la noche pero ya estábamos acostumbradxs. Lo bueno es que preparan comida y cena por muy buen precio y unas cantidades enormes!
Cuando llegamos todavía es de día, así que nos vamos a explorar los alrededores. Y, ya que estamos, a buscar transporte para llegar hasta Sengigi al cabo de dos días. No teníamos ni idea de cómo nos las íbamos a apañar.
Senaru, verde intenso
Empezamos a andar y lo que nos encontramos son unos paisajes asombrosos, intensamente poblados con todo tipo de vegetación.
Las vistas desde lo alto del pueblo son espectaculares. De hecho todo el pueblo se encuentra en la parte alta de la montaña así que no hace falta que nos movamos mucho para disfrutar de ellas.
Justo en la entrada a del camino que llevaba hasta las cascadas, hay una pequeña tienda con un balconcito desde donde se puede ver todo el valle. Nos compramos dos sopitas y nos quedamos allí admirando el paisaje. De golpe nos percatamos de movimiento justo en frente. Todos los árboles están poblados por familias de primates que saltan y corretean de un lado a otro. Hay de diferentes tipos y colores.
Aldea tradicional
Ahora que ya teníamos localizada la entrada para llegar a las cascadas, continuamos con nuestro recorrido por Senaru. Justo donde empieza la ascensión al volcán, se concentra la mayor parte de la población de Senaru. Una pequeña aldea tradicional en la que se puede entrar y pasear tranquilamente. A nosotros nos daba un poco de reparo sacar la cámara y hacerles fotos pero pronto nos dimos cuenta de que no les importaba lo más mínimo. Todo lo contrario. Vinieron a hablar con nosotros y nos estuvieron explicando un poco su modo de vida.
Por supuesto, su economía gira entorno al volcán. Muchos de ellos son guías, portadores, comerciales, etc. El cultivo de arroz y la agricultura serían también su principal fuente de ingresos, aunque la mayoría es para auto consumo.
Actualización importante sobre el volcán Rinjani
Hay que recordar que se trata de un volcán activo y que Lombok se encuentra justo en medio del llamado anillo de fuego, una zona de gran actividad sísmica. El trekking dura entre 3 y 5 días y es de dificultad media-alta.
Recientemente, en concreto el 29 de julio 2018 debido a un terremoto en el norte de Lombok de magnitud de 6,5, unos 600 montañistxs quedaron atrapadxs en los caminos del parque nacional. De hecho, ni tan siquiera saben el número exacto de personas que habían porque aunque es obligatorio registrarse para entrar, no lo es para salir. Otro tema que hay que tener en cuenta es que cuando por las noticias se habla de «equipos de rescate» hay que hacerse una idea que no tiene nada que ver con lo que tenemos en la cabeza.
Indonesia es uno de los pocos lugares del mundo donde está permitida la ascensión a volcanes activos y siempre con cero vigilancia y seguridad. Después del terremoto, los caminos del parque nacional del volcán Rinjani han desaparecido debido a desprendimientos o han quedado en mal estado. Por este motivo, se han suspendido todas las actividades de trekking. Aunque teniendo en cuenta la poca preocupación que tienen por la seguridad…no creo que tarden mucho en reabrir los caminos.
Primera noche en Senaru de Ramadan
Hoy nos esperaba nuestra primera noche en Senaru. Todo indicaba que iba a ser una noche llena de paz y tranquilidad. Pues no. Resultó ser todo lo contrario.
El tema es que nuestro alojamiento se encuentra justo delante de la mezquita del pueblo y estamos en pleno Ramadan. No dormimos en todas las noches que estuvimos allí. Es la mezquita con los altavoces más potentes que he visto (y oído) nunca. La pareja del hostel a pesar de ser musulmana (aunque no se nos hubiera pasado por la cabeza) también estaban cansados de tanto volumen…fiesta toda la noche. Solo paraban un par de horas y de nuevo a cantar. Tenían los altavoces tan extremadamente altos que no podíamos ni mantener una conversación dentro de la habitación. Como dormir dentro de una discoteca.
Pero no os penséis que solo teníamos fiesta por la noche. Durante el día tocaba practicar. Volumen a tope y hasta que conseguían regular el micrófono para que no se acoplara el sonido te podían sangrar los oídos varias veces.
Aquí tenéis algunos de los ensayos durante el día….
Al día siguiente, los propietarios se disculparon y nos comentaron que a ellos también les afectaba bastante. En fin, eran tan majos que hicimos ver que no pasaba nada…Digamos que muy practicantes no eran. Al final todo forma parte de la aventura.
Cascadas en Senaru
Al día siguiente iríamos a visitar las cascadas de Senaru y teníamos que decidir si finalmente hacíamos el trekking del volcán Rinjani o no.
⇒Día 21. Senaru (Lombok): Sendang Gile y Tiu Kelep waterfalls.
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