Penang National Park era el motivo principal por el cual habíamos llegado hasta esta zona de Malasia. George Town estaba bien pero nosotros somos más de naturaleza y un poco fanáticxs de los animales. Durante todos estos meses que llevábamos en ruta, nos habíamos convertido en unxs coleccionistas de animales de todo tipo y de todas las especies pero todavía nos quedaban unos cuantos más para la colección. Queríamos encontrarnos con el monitor lizard, uno de los lagartos más grandes del mundo fácilmente confundible con un cocodrilo. ¿Lo conseguiríamos ver en Penang National Park?
Anteriormente…
Dedicamos todo el día ayer a pasear tranquilamente por George Town. Hicimos un itinerario muy completo por las calles donde se concentran el mayor número de murales, pinturas y street art en general. Os dejamos el link por si todavía no lo habéis visto!
Día 6. George Town: Cumbre del street food y del street art de Malasia
Contents
- Cómo llegar a Penang National Park
- Entrada a Penang National Park
- Trekking hasta Turtle Beach en Penang National Park
- Fauna en el trail de Turtle Beah
- Turtle beach
- Centro de recuperación de tortugas marinas en Penang National Park
- Camino de vuelta en pleno diluvio
- De regreso a GeorgeTown
- ¿Ya te has suscrito al Blog?
- Enlaces relacionados:
Cómo llegar a Penang National Park
Nos levantamos temprano (hoy sí) para aprovechar al máximo las horas de Sol (no sabíamos lo que nos esperaba…). Para llegar al parque nacional de Penang, lo haríamos con transporte público. El parque está perfectamente conectado con la ciudad. No es en absoluto necesario contratar ninguna excursión o transporte privado.
El autobús que te deja en la puerta del parque es el nº 101. Tarda una hora y media y es la última parada, así que no hay que preocuparse. Nosotros no lo sabíamos y le íbamos preguntando cada dos minutos. Es que el hombre en lugar de decirnos es la última parada, nos iba diciendo not yet y nosotros venga a insistir cada vez que arrancábamos. Por suerte (para él), lo empezamos a preguntar a partir de la hora de viaje…el tiempo sí que lo teníamos controlado. Para coger el bus, preguntamos a la chica del hostel y ya está, no tiene más misterio.
Eso sí, MUY IMPORTANTE. Para que se pare el bus hay que tirarse literalmente a la carretera, que para que pase de largo te tenga que atropellar porque sino pasan de tu cara. A nosotros nos pasaron dos y eso que había más gente local esperando y todo el mundo con un enfado…al tercero nos tiramos a la carretera, teníamos la lección aprendida, no íbamos a llegar nunca!
Entrada a Penang National Park
La entrada al parque es totalmente gratuita (por el momento). Tan solo hay que inscribirse en un registro por cuestiones de seguridad y allí mismo te dan un mapa con las rutas marcadas. También informan de qué rutas están abiertas y cuales no. Por desgracia para nosotros, aquel día solo estaba abierta la que llega hasta Turtle Beach. Un detalle a tener en cuenta es que si se quiere volver en barca se tiene que contratar en la entrada del parque, no se puede hacer una vez en ruta. El trekking por Penang hasta Turtle Beach no es complicado, nos referimos a que se puede volver andando sin problema. No apuntamos el precio de la vuelta en barca pero era un dineral…
Trekking hasta Turtle Beach en Penang National Park
Empezamos el camino un poco preocupadxs por las nubes grises que se nos venían encima…Llevábamos dos días de Sol abrasador y hoy que nos encontrábamos en medio del parque, la cosa tenía muy mala pinta…
Para no perderse por el parque, es indispensable tener alguno de los mapas. Sí que hay algunas señalizaciones pero no son nada claras (las del mapa tampoco lo son pero algo ayudan). Y es que a pesar de que el resto de caminos estaban cortados, no había ninguna valla ni cartel avisando de las restricciones por lo que es muy fácil colarse.
Una vez pasamos el tramo inicial, nos adentramos en plena selva. Veníamos de Myanmar donde no quedaba ni un árbol en pie y ver de golpe tanta naturaleza junta…parecíamos dos críos pequeños con los reyes magos ? De verdad, que en ese momento nos dimos cuenta de cómo habíamos echado de menos estar rodeados de naturaleza. Myanmar nos había dejado en estado de shock total después de comprobar que no quedaba ni rastro de verde…terrible. Y ahora, Penang nos parecía un regalo!
Fauna en el trail de Turtle Beah
El itinerario hasta Turtle Beach es precioso. Íbamos andando rodeados de vegetación, árboles centenarios, lianas y acompañados por pequeños monitos de cara blanca. No es un recorrido que requiera un gran esfuerzo físico, lo único es la elevada humedad que se experimenta dentro de la selva y los mosquitos.
Seguíamos nuestro camino y a medida que íbamos avanzando, iba oscureciendo y unos nubarrones negros se iban instalando encima de nuestras cabezas. Lo cierto es que el camino transcurría entre tanta vegetación que no sabíamos si ya había empezado a llover o no.
Turtle beach
Llegamos al final del camino y…diluvio universal. Pues sí, estaba lloviendo a mares. Corrimos a refugiarnos en una especie de tejado que había. Dos días sin una gota de lluvia muriéndonos de calor y justo hoy tenía que diluviar. Esperamos un buen rato hasta que bajara un poco la intensidad (porque parar, no paró…) y exploramos la playa de Turtle Beach. El lugar es magnífico, salvaje.
La playa no es apta para el baño. Nos lo advirtieron en la entrada, allí hay alguna señalización pero casi no se ve… Tampoco vimos tortugas en libertad, pero sí que nos acercamos hasta un «centro de recuperación de tortugas marinas».
Centro de recuperación de tortugas marinas en Penang National Park
Este es un centro muy humilde y con muy poquitos recursos pero allí estaba. Primero no nos dio muy buena espina…somos un poco delicadxs con el tema de los animales…
Solo entrar, había dos tortugas metidas en dos barriles de plástico intentando escapar como locas. El tema es que empezamos a mal pensar (qué raro) y le preguntamos al chico que estaba allí. Nos dijo que se las habían traído los pescadores porque estaban heridas. Nos enseñó que tenían el caparazón roto y era cierto, lo que pasa es que no es que tuvieran muchos recursos y quizás no «era agradable de ver». De hecho, no cobraban entrada ni nada (tampoco cobran entrada en la entrada de Penang National Park), así que tampoco tendríamos porqué sospechar…
Tenían los huevos de las tortugas protegidos y marcados para que nadie los pisara. También tenían algunas tortugas muy pequeñas que según parecía ellos llevaban hasta el mar porque muchas de ellas no sobreviven por si solas. Y, eso es cierto, nos contaron en Galápagos que igual de 100 tortugas que acababan de nacer, tan solo 4 o 5 llegaban al mar vivas. Es una especie realmente delicada.
En dos minutos ya lo teníamos visto, el problema es que no dejaba de llover en plan torrencial. Se nos empezaba a pasar por la cabeza el posible estado del camino de vuelta…
Camino de vuelta en pleno diluvio
En cuanto vimos una oportunidad, salimos pitando, cruzando los dedos para que no se reanudara la tormenta. Bueno, no nos funcionó. La sensación era como estar debajo de una cascada, lo mismo. Nos lo empezamos a tomar con humor porque era para vernos. Por suerte habíamos protegido todo lo que llevábamos en el interior de las mochilas, teníamos el pasaporte envuelto en mil bolsas. Por cierto, ese protector de mochilas para lluvia que venden en el decatlon…no funcionó. Solo por avisar…
El camino estaba completamente embarrado y todo era como una broma ya. Empapados y de barro hasta las rodillas pero el lugar era espectacular igual!
A medio camino, encontramos una especie de caseta y nos metimos directxs. Lo único es que no estábamos solxs. Un hombre que tenía mucha pinta de psicópata estaba allí con nosotros haciéndonos compañía. Primero, nos hizo gracia con las pintas que llevaba pero cuando empezó a darnos conversación…digamos que decidimos que nos sentíamos más cómodos con cientos de litros de agua cayendo encima nuestro. Salimos pitando.
El hombre era un holandés que vivía en Malasia hacía un montón de tiempo, que le encantaban las setas y que vivía en una cueva. Resumo mucho la conversación porque el rato ese dio mucho de si. La mirada de «voy a sacar un cuchillo y os voy a asesinar aquí mismo» era lo que más nos intrigaba. Cuando la conversación derivo en temas un poco «oscuros» (de verdad que no encuentro la palabra…) nos fuimos. Tenemos anécdotas de todos estos meses de viaje para escribir unos cuantos libros.
Así que nada, nos entró la risa floja entre la lluvia y el psicópata, estábamos teniendo un día memorable!!
La recompensa
Ya llegando al final del itinerario dejó de llover…! Lo bueno es que justo pudimos ver una familia de monos de cara blanca cruzando por encima de un cable. Una imagen preciosa. Los teníamos a un par de metros de nuestras cabezas por lo que los pudimos ver perfectamente con toda la tranquilidad del mundo.
Y….por fin lo que estábamos esperando! Una pareja de monitor lizards gigantes y su cría merodeaban por la orilla. Nos quedamos un buen rato siguiéndolos. Brutales!! Sin palabras!! Podrían pasar perfectamente por un par de cocodrilos. Un animal imponente, prehistórico. Con el día que nos había hecho, pensábamos que no lograríamos ver ninguno y allí estaban. A pocos metros de nosotros. La verdad que tenemos una suerte que no sabemos de donde la sacamos!!
Aquí podéis ver algunos de los vídeos que hicimos.
En algún momento parecía que iba a salir por completo del agua pero nada, hacía el amago y se volvía a sumergir. A pesar de ello, le captamos el cuerpo entero en varias ocasiones. La cría sí que estaba en las rocas, todavía muy pequeña.
De regreso a GeorgeTown
Hoy todavía no habíamos acabado de reír. El tema es que allí estábamos, empapadxs esperando al bus con unas pintas bastante ridículas y no pasaba nadie.. Por cierto, mientras esperábamos al bus, vimos a estos monos rebuscando en la basura. Una triste imagen que pudimos presenciar en más de una ocasión.
Parecía un lugar fantasma. Preguntamos a un chiringuito de comida que había cerca (la única presencia humana que teníamos alrededor) y nos dijo que mejor cambiáramos de posición. Avanzamos unos pocos metros y justo se acercaba uno. No era nuestro número pero nos dijo que nos subiéramos de todas maneras. Nos llevó hasta el lugar donde se encuentran todos los buses esperando. Es en la misma carretera pero se tiene que andar bastante. Por suerte, nos llevó gratis.
Un pequeño contratiempo…
Lo mejor de todo es que vemos nuestro bus, corremos para cogerlo y cuando vamos a pagar, nos dice que no tiene cambio y que adiós. Nosotros flipando. Total que un buen hombre de dentro del bus nos dice que hay una pequeña tienda cerca. Nos bajamos. Nos metemos una carrera, llegamos, nos dan cambio y de nuevo a correr como locos. En Malasia, nunca sabes cuando va a volver a pasar el próximo bus, así que teníamos que cogerlo sí o sí.
Después del trekking, la lluvia, el barro y el psicópata, ahora nos faltaba ponerle la guinda al pastel, sprint de última hora. Llegamos y el bus nos estaba esperando (al menos tuvo el detalle después de echarnos de allí…) total subimos, nos sentamos y nos congelamos. Tenía el aire acondicionado nivel frío polar y nosotros empapadxs. Pues así, una hora y media de viaje.
Bajamos que teníamos escarcha en los pantalones. Eso sí le dejamos el asiento y alrededores como si hubieran tirado un cubo de agua… teníamos la ropa como si la acabáramos de sacar de la lavadora (que por cierto, ya ni nos acordábamos de qué era eso).
Cuando llegamos al hostel, fuimos directxs a ducharnos con agua hirviendo. Empezaba la operación «secar la ropa con 300% de humedad». Teníamos trabajo.. Por suerte, todavía nos quedaba un día y medio para tomárnoslo con calma!
Penang National Park nos había encantado!! Es un lugar de visita obligada si se viaja a Malasia. Naturaleza, animales, paisajes salvajes y abruptos, playa y lagartos gigantes. Además por el momento todavía es un parque completamente gratuito aunque el loco que nos encontramos nos comentó que el actual gobernador de Penang quería cobrar entrada.
Siguiente etapa…
Pasamos el día siguiente en George Town descansando, disfrutando mucho de la comida local y celebrando el cumpleaños de Jordi. Nuestro próximo destino era Cameron Highlands. Nos íbamos a visitar las plantaciones de te. Un paisaje muy característico y casi hipnótico!
Día 9. Penang-Cameron Highlands: Plantaciones de té en Malasia
¿Necesitas encontrar alojamiento para tu ruta por Malasia?
Booking.com*Este post puede contener enlaces de afiliados. Si reservas a través de estos enlaces, nosotros recibiremos una compensación.
¿Ya te has suscrito al Blog?
Enlaces relacionados:
Malasia y Borneo por Libre: Itinerario, información práctica, transporte y alojamiento
Esta tot molt interesan
És un parc preciós!! Vam gaudir moltíssim visitant-lo!