Este era el primero de dos días de safari a lo largo del Kinabatangan river en Borneo. La zona donde nos alojamos de Kinatagangan River se encuentra a unas 2 horas de Sandakan ciudad desde donde partimos para esta brutal experiencia. Fue un viaje absolutamente maravilloso donde disfrutamos de familias de elefantes pigmeos jugueteando en el agua. Sin duda lo más espectacular y emotivo de estos días (Vaya spoiler os acabamos de hacer!!!) Aunque vimos e hicimos muchísimo más!
En este post te contamos cómo llegar a Kinabatangan River, cómo contratar las actividades y dónde hacerlo. No es tarea fácil, porque no se trata de un lugar muy turístico, pero merece la pena! Por supuesto, también os relatamos con todo detalle nuestra fantástica experiencia teniendo la grandísima suerte de ver paisajes y animales impresionantes!
Anteriormente…
Habíamos visitado el Borneo Sun Bear Conservation Centre cerca de Sandakan. Un centro de rehabilitación del oso más pequeño del mundo víctima de múltiples y crueles prácticas. No os podéis perder esta entrada:
Día 15. Borneo Sun Bear Conservation Centre: el oso más pequeño del mundo
Contents
- Cómo contratar las actividades en Kinabatangan River
- Sandakan-Kinabatangan River: aceite de palma, la perdición de Borneo
- Kinabatangan River: Llegamos al campamento y es ESPECTACULAR!
- Afternoon Safari en Kinabatangan River
- Cena y safari nocturno en Kinabatangan River
- Morning Safari
- Desayuno y regreso
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Cómo contratar las actividades en Kinabatangan River
En Sandakan no hay muchas agencias de trekking ni de viaje ni nada por el estilo. La única manera de hacerlo es directamente a través de los alojamientos o contactando por internet (aunque es muy probable que ni contesten). Nosotros preguntamos en el nuestro, Hotel Sentral Sandakan.
Básicamente hay dos packs sobre el Kinabatangan river. Uno de una sola noche (más que suficiente) y otro de dos noches. Nosotros recomendamos el de una noche (es el que hicimos) porque el de dos noches consiste en repetir lo mismo una vez más. Lo que te dicen es que de esta manera tienes más probabilidades de ver animales. Luego para dormir también hay diferentes opciones según el precio. Lo más barato, cabaña compartida con más gente (la que nosotros escogimos) y lo más caro, cabaña privada con baño in suite incluido.
El precio fue 344 Ringits por persona. Hay que recordar que Malasia no es un país tan barato como lo pueden ser otros países del sudeste asiático como por ejemplo Indonesia o Tailandia. Tampoco es un precio caro si se tienen en cuenta las actividades y que todos los transportes están incluidos. Nosotros el segundo día teníamos un vuelo Sandakan-Kuala Lumpur–Medan (Indonesia) y nos llevaron a los dos solos en una furgoneta estupenda directamente hasta el aeropuerto.
Sandakan-Kinabatangan River: aceite de palma, la perdición de Borneo
A las 11.45 teníamos que estar en el Hotel Sandakan porque nos pasaban a buscar allí directamente. Este hotel quedaba muy cerquita de nuestro alojamiento así que pudimos ir andando. Nos fuimos ya con las mochilas y todas nuestras cosas porque no volveríamos al hotel. Al día siguiente nos llevaban directamente al aeropuerto para empezar nuestra aventura por Indonesia.
Éramos lxs primerxs a lxs que pasaban a recoger, después pasamos por un par de lugares más para recoger a las personas que faltaban. No éramos muchxs. Aunque luego, una vez en el campamento, nos separaríamos y nos agruparían con otras personas. Tardamos más de 2 horas en llegar pero nos daba bastante igual porque la furgoneta era comodísima.
El paisaje llegando a Kinabatangan era desolador. Hectáreas y hectáreas de selva arrasada y transformada en enormes plantaciones para la producción de aceite de palma. Empezábamos a dudar de que llegáramos a ver algún animal en la zona. Durante las más de dos horas de trayecto, única y exclusivamente vimos plantaciones de palma. Terrible. Y donde todavía no había, ya estaban las excavadoras arrasando con lo poco de selva que quedaba. Es indignante lo que está ocurriendo en Borneo.
Nos adentramos por un pequeño camino que atravesaba una (o varias) plantaciones hasta que empezamos a ver un poco más de verde. Y, al final de la carretera, el campamento. El lugar era muy idílico. Pequeñas chozas de madera construidas a la orilla del Kinabatangan River y rodeados de naturaleza. Pero era solo eso, un diminuto oasis en medio de plantaciones de palma. A la que mirabas un poco más a lo lejos, solo se veía palma, palma y palma. Todo destruido.
Kinabatangan River: Llegamos al campamento y es ESPECTACULAR!
Por lo que se refiere a las instalaciones donde nos llevaron eran de diez! El recinto está en perfectas condiciones. Limpio, espacioso y totalmente integrado en el paisaje. Nos parecía casi de lujo. Teníamos en mente un trekking que hicimos por Myanmar y no tenía nada que ver. Aunque lo cierto es que en Myanmar dormimos directamente en casa de la gente lo cual lo hace mucho más real. Esto no dejaba de ser un hotel construido para el turismo.
Primero, nos recibieron en la caseta central, lo que sería la recepción del hotel. Toda al aire libre, solo con un tejado para protegerla de la lluvia y con unas vistas impresionantes al río Kinabatangan. En este espacio era donde también se servían las comidas (espectaculares…!!). Nos explicaron el planning de estos dos días y nos sirvieron te mientras diluviaba. La situación no podía ser más perfecta. El paisaje, las instalaciones, la lluvia, el río y el sonido de la naturaleza de fondo. Mejor recibimiento imposible. Cuando dejó de llover, nos llevaron a las cabañas para dejar las cosas.
Nosotros compartimos la cabaña con 3 chicas más. Estaba super limpia, tenía aire acondicionado y compartimentos para dejar las mochilas. Los baños y las duchas estaban muy bien ambientados. Todo de madera y también al aire libre. Era todo muy de película, en la foto quedaban preciosos pero en directo, en el momento de la ducha te convertías en un presa de los mosquitos sin opción posible de defenderte!
Afternoon Safari en Kinabatangan River
Una vez instalados, empezó la primera actividad de las que teníamos programadas. Nos íbamos a recorrer el Kinabatangan river en barca para observar la fauna que vive entorno al río. Hay que tener en cuenta que si hace muy mal tiempo, no se sale a navegar por seguridad.
#CONSEJOVIAJERO: si tenéis, llevaros prismáticos. Nosotros no teníamos ya que Borneo formaba parte de un viaje de muchos meses por todo el mundo y no podíamos llevar mucho equipaje. También muy recomendable llevarse el chubasquero por si empieza a llover y algo de abrigo porque baja bastante la temperatura en el río.
La barca en la que nos subimos era más bien una barquita, pero éramos pocos dentro por lo que no había problema para ver y fotografiar tantas veces como se quiera a los animales.
Lo primero que hay que decir es que el paisaje es extraordinario, sensacional, asombroso. Todos en silencio, el agua en calma y el único murmullo de los árboles movidos por el viento, el sonido de los animales llamándose unos a otros, las aves. Mejor imposible.
Lo poco que queda de selva es un tesoro
Íbamos recorriendo las tranquilas aguas del Kinabatangan y nuestros guías estaban pendientes y alerta en todo momento por si nos cruzábamos con alguno de los animales que viven en este reducto de selva. Porque no nos engañemos. Mientras íbamos en barca, la única vegetación selvática y autóctona de la zona que veíamos era una estrecha hilera que bordea el río. Unos pocos metros tierra adentro, lo único que se veía en la mayor parte del río eran plantaciones de palma. Un destrozo que no tiene freno (ni arreglo).
Durante el recorrido vimos muchos macacos pero el primer «gran animal» (pobres macacos…que feo les hacemos!) fueron una pareja de monos narigudos. Los vimos en Bako National Park de muy cerquita, aquí estaban un poco más lejos pero no le quitaba ni una pizca de emoción. Son unos animales sorprendentes. De un tamaño enorme y con unas características físicas únicas, sobretodo por su grande y pronunciada nariz. Íbamos viendo diferentes especies de aves. Por nuestra emoción, ya habréis deducido que no somos unos fanáticxs de los pajaritos.
Elefantes pigmeos
Sin duda el momento estelar y más emocionante fue cuando detectamos a lo lejos un par de elefantes pigmeos jugando en la orilla del río. Qué ilusión!!! No nos lo podíamos creer! Teníamos entendido que era muy difícil verlos porque quedan muy pocos ejemplares y son muy asustadizos (los raptan para venderlos a circos).
Nos dirigimos hacia allí rápidamente y, por fin los tuvimos realmente cerca. Allí estaban, dos crías de elefante pigmeo jugando como si fueran niñxs pequeñxs. Se tiraban agua con la trompa, se empujaban y se revolcaban por el barro.
Pero ahí no acababa todo, unos metros hacia la izquierda estaba el resto de la familia comiendo tranquilamente en la orilla. Qué maravilla! No podíamos tener más suerte. Nos quedamos todo el tiempo que quisimos allí parados, haciendo fotos y vídeos hasta que nos cansamos y, después, nos sentamos y nos quedamos observándolos, una preciosidad.
No podemos entender las barbaridades a los que los humanos someten a estos inocentes e indefensos animales. La crueldad humana no tiene límites. Estos elefantes son raptados, secuestrados y maltratados para explotarlos en circos. Una vergüenza que esto todavía se permita y, lo peor, que todavía haya gente que asista a estos espectáculos como público ya que no son otra cosa que un espectáculo de tortura animal.
Monos narigudos
Continuamos con el safari y de sopetón nos encontramos con una extensa comunidad de monos narigudos. Estaban todos subidos en las fuertes ramas de árboles que son un tesoro y que escasean cada vez más poniendo en peligro la supervivencia de esta especie. Esto era un espectáculo de movimientos, gritos, saltos, un ritmo frenético! A pesar de eso, pudimos tomar alguna foto medio en condiciones! Son GENIALES! En Bako los habíamos visto muy de cerca pero solo habíamos visto dos. Ahora teníamos en frente a unos veinte. Los más mayores no nos quitaban ojo de encima…
Continuaba la aventura por el Kinabatangan river. Unos monos de cara blanca nos observaban desde lo alto de los árboles. Curiosos, nos iban siguiendo a medida que íbamos avanzando. Nuestra cámara no es la más potente del mercado (vamos con una bastante cutre por el mundo) si tenéis una mejor sacaréis muy buenas fotos! Nosotros los vimos en Penang National Park mientras hacíamos uno trekking por el parque. Son muy entrañables!
Mientras hacíamos el camino de regreso, nos dimos cuenta de que todavía seguían allí los elefantes pigmeos. Fuimos directos para observarlos un ratito más. No se puede dejar pasar una oportunidad tan maravillosa como esta.
Y para finalizar el safari, vimos anochecer en el Kinabatangan river subidos en la barca. El broche de oro a una tarde inmejorable.
Cena y safari nocturno en Kinabatangan River
Regresamos al campamento y nos estaba esperando una deliciosa y abundante cena. Hacía tiempo que no comíamos taaaaaaannn bien. Todos los platos estaban tremendamente buenos! Nos pusimos las botas! Esta oportunidad tampoco se puede desperdiciar! Eso sí, había unos mosquitos que parecían aviones! Serial killers! Pero como ya estábamos más que acostumbradxs, íbamos cubiertxs de pies a cabeza.
Después de la cena y de la ducha teníamos programado un mini trekking nocturno que resultó siendo un paseito pero no estuvo mal. Como había diluviado por la tarde, estaba todo el terreno completamente embarrado y las sanguijuelas campaban a sus anchas…Para evitar mordeduras, nos dejaron unas botas que llegaban hasta las rodillas. Pero para ser sincera, cuando estuvimos haciendo trekking en Sumatra, se me enganchó una sanguijuela en la cintura, no se cómo ni dónde, el tema es que la llevé encima hasta que me metí en la ducha…así que por muchas botas que llevéis…se os pueden colar por cualquier parte del cuerpo. La mordedura no hace daño (ni te enteras) pero te hacen un agujero y cuando se suelta, no para de salir sangre.
El paseo por el bosque fue corto y vimos poca cosa, el máximo fue este pajarito con colores fosforescentes que resplandecía en medio de la noche. El suelo estaba completamente lleno de barro y al final fue más divertido intentar evitar los charcos (con poco éxito) que el «safari nocturno» como tal.
Morning Safari
Habíamos descansado estupendamente en nuestra cabaña y a las 5am ya estábamos subidxs de nuevo a la barca para hacer el safari matutino. Ver el amanecer en el Kinabatangan River fue una experiencia inolvidable. Las tonalidades, la temperatura, el murmullo de la brisa matutina…perfecto.
Ayer habíamos visto monos narigudos, de cara blanca, macacos, nidos de orangutanes y la guinda del pastel fue una familia entera de elefantes pigmeos. El único objetivo que de momento no habíamos conseguido ver eran cocodrilos…uno de los grandes depredadores del Kinabatangan river. Pero esto lo estábamos a punto de arreglar…
Indescriptible la sensación de ver un enorme cocodrilo navegando a pocos metros de nosotros. No quiso salir por completo del agua en ningún momento pero lo pudimos ir viendo por partes. Iba muy rápido pero lo captamos en estas dos fotos. BRUTAL!! Ya no nos quedaba ni una sola especie animal del Kinabatangan river por ver!! Pleno completo!
La cosa no acabó ahí aunque estábamos de subidón máximo! También vimos un ejemplar de monitor lizard descansando en la rama de un árbol aunque este no era tan grande como el que habíamos visto en Penang National Park. Y para finalizar, vimos varios monitos de cola larga.
Desayuno y regreso
Regresamos y un copioso desayuno nos estaba esperando. Estos platazos nos daban la vida. Cuando acabamos, tuvimos un ratito para descansar y aprovechar la paz de este lugar antes de recoger y emprender un nuevo viaje. Para nuestra sorpresa, éramos los únicos dentro de una furgoneta hiper mega cómoda que nos llevaba directamente al aeropuerto de Sandakan.
Siguiente destino…
Ya llevábamos unos cuantos meses viajando y todavía no nos acostumbrábamos a esta sensación. El final de cada viaje se convertía en el principio de uno nuevo. Una de las mejores sensaciones que puede tener unxs apasionadxs de los viajes como nosotros. Ahora, Indonesia nos estaba esperando…empezábamos por Sumatra!! Nos acompañas?
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