Hoy teníamos todo el día por delante para explorar el Valle de Viñales. El día anterior llegando a Viñales por la carretera, ya pudimos ver el exuberante y exótico paisaje de este esplendoroso valle. Un paraje de vegetación frondosa. En esta entrada te contamos toda la ruta que hicimos en visitando toda la zona de Viñales. ¿Nos acompañas?
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Ruta por Cuba
Si todavía no la has leído, te dejamos nuestra Ruta por Cuba de 23 días recorriendo la isla por libre y en coche de alquiler, una experiencia absolutamente inolvidable.
# Ruta por Cuba en coche de alquiler: 23 días recorriendo la isla por libre
Llegada a Viñales
El día anterior recogíamos nuestro coche de alquiler en La Habana y poníamos rumbo a Viñales. Tardamos 4 horas en llegar con tormenta caribeña incluida. Para llegar, es imprescindible tener alguna aplicación GPS que funcione sin conexión. Nosotros utilizamos maps.me.
La botella en Cuba
El problema del transporte es muy grande en Cuba y, por eso, hacer auto-stop o la botella como le dicen en Cuba es muy común. La compañía de alquiler nos dijo que al ser turistas (cosa muy evidente por el coche) podíamos ser objeto de varios timos. También nos advirtieron sobre no parar en supuestos controles policiales que en realidad no eran policías, entre otros temas.
Pues bien, cuando salimos de la autopista para entrar en la carretera que llegaba a Viñales, varias personas se nos pusieron delante del vehículo y no nos dejaban pasar. Nos decían que la carretera estaba cortada y que ellos sabían cómo llegar por otro camino. Empezamos a pitar y nos fuimos moviendo poco a poco hasta que pasamos. Cuando llegamos a Viñales lo primero que nos preguntaron era si habíamos tenido algún problema. Según nos dijeron, en ese punto, se concentran un grupo de personas para engañar a los turistas.
Alojamiento en Viñales
Nos alojamos en la Casa de Ottoniel y Rosy. Tuvimos una estancia fantástica. A destacar en delicioso desayuno. Además tenían aparcamiento privado en su casa, tema indispensable.
Despertar en Viñales
Nos levantamos no muy temprano (estábamos muertos) pero para coger fuerzas, Ottoniel y Rosy nos habían preparado un copioso y delicioso desayuno que nos estaba esperando en la mesa de su precioso porche nada más salir de la habitación. Qué maravilla!
El zumo y la fruta eran exquisitos pero el café era de otro mundo. Sin duda, el mejor que probamos en toda Cuba por algo Viñales es zona cafetera. Una delicia.
Nuestra idea era desayunar rápidamente y salir pitando a recorrer la zona. Pero viendo lo bien que estábamos, decidimos dedicarle un poco más tiempo. Desayunamos tranquilamente mientras charlábamos con la familia. Además ese porche era para disfrutarlo con calma. Ya nos estábamos adaptando al ritmo caribeño.
Qué visitar en Viñales
A continuación te contamos la ruta que hicimos durante 3 días completo en Viñales que dividimos así:
Día 1. Cueva de Santo Tomas, cueva del Indio y, por la tarde, el pueblo de Viñales
Día 2. Cayo Jutías
Día 3. Valle del Silencio
Cueva de Santo Tomás
Ahora sí, tocaba subirse al coche y empezar a disfrutar de la naturaleza de Viñales! La Cueva de Santo Tomás se encuentra muy cerquita de Viñales. El mayor tramo de carretera está asfaltado, el resto es camino de tierra pero se transita bien.
Para entrar a la cueva tuvimos que inscribirnos y pagar la entrada. Con la entrada, nos dieron un casco y una linterna frontal porque la cueva no está iluminada y su estado permanece intacto. Es imprescindible llevar zapato cómodo y atado. La cueva no está modificada y en algunos momentos bajar y subir por ella puede resultar algo complicado.
Visitar la Cueva de Santo Tomás
La cueva no se puede visitar por libre, así que esperamos a que se formara un pequeño grupito. La función del guía era más bien la de ayudarnos a movernos por el interior de la cueva. Había tramos con cuerdas para ascender y descender y zonas muy resbaladizas. La cueva por dentro es fascinante.
El recorrido por dentro de la cueva es bastante largo, en total un poco más de dos horas. La cueva se encuentra en lo alto de una montaña y subir, todavía es fácil pero cuando tocó bajar…las personas que no se resbalaron fueron una excepción. Como en Viñales llueve todos los días, el suelo estaba completamente embarrado y resbaladizo. Nos echamos unas cuentas risas.
Cueva del Indio
Comparada con la Cueva de Santo Tomás, ésta es más turística. Quizás lo mejor hubiese sido visitar la Cueva del Indio primero y, luego, la de Santo Tomás. En realidad, si no sois mucho de andar o tenéis problemas de movilidad, la cueva del Indio es ideal. Está completamente adaptada y todo el camino está asfaltado e iluminado.
El primer tramo de la cueva y el más largo es impresionante. Una sala enorme repleta de estalactitas y estalagmitas da una sensación de grandiosidad sobrecogedora. Esta primera parte del recorrido es realmente magnífica.
En la segunda parte, pasamos de estar prácticamente solos visitando una cueva maravillosa a encontrarnos de frente con una cola enorme de gente. Para continuar el trayecto, nos teníamos que subir a una barquita que navega por las aguas subterráneas de la cueva. El tema es que había una cola increíblemente larga. El paseo en barca solo duró unos 15 minutos y nos dejó en la salida de la cueva.
Cuando salimos, dimos una vuelta por los alrededores, cosa que recomendamos! Hicimos un montón de fotos al paisaje que rodea la cueva y también a todos los coches que estaban aparcados.
Pueblo de Viñales
Pasamos lo que quedaba de tarde visitando el pueblo de Viñales. Esta localidad parece salida de una película del oeste. Un perfecto plató de televisión donde todo absolutamente todo merece una buena foto.
Paseando entre sus casas, comercios, plazas, restaurantes te sientes en un lugar auténtico, diferente. Y, lo que es mejor, enamorarte desde el primer momento del ambiente, de la atmósfera, de la música que sale de bares y locales. Empezábamos a dejarnos llevar por la magia cubana.
Nos pasamos la tarde de un lado para otro, admirando cualquier pequeño detalle. Nos encantaron los carteles anunciando peluquerías y tiendas. Todo tiene un toque especial. De pronto, vimos como nubarrones negros se posaban sobre nuestras cabezas. Era la hora de la lluvia caribeña. Ya le estábamos cogiendo el truco. Mañanas de visita intensa y tardes de relax tomando mojitos mientras diluviaba. Nos parecía un plan perfecto.

Tormenta en Viñales
Eso sí, la lluvia en Cuba no avisa. Cuando llegan las nubes ya puedes empezar a correr. Nosotros nos metimos en un local donde estaban tocando música en directo y sirviendo mojitos, piñas coladas y cubalibres. Pasamos la tarde en la terracita disfrutando de la música y de la lluvia. Solo llevábamos dos días en Cuba pero estábamos completamente prendados de este país.
Se nos hizo la hora de cenar y lo teníamos claro, para cenar, pizza. Ya os adelantamos que nuestra dieta en Cuba se basó casi exclusivamente en pizzas caseras que venden en las ventanitas.
Cayo Jutías
Cayo Jutías es el paraíso con mayúsculas. Llegar no fue fácil. Tardamos 3 horas desde Viñales. Carreteras sin asfaltar, curvas, barro y cero indicaciones.
Cuando llegamos, intentamos encontrar algo de sombra y vimos una zona de manglar. De lejos, parecía de postal, ni puesto a propósito podría quedar mejor en la foto. Allí que fuimos de cabeza.
De golpe, estábamos rodeados de mosquitos enormes que nos estaban masacrando. Empezamos a correr y nos tiramos al agua sin pensarlo. Aun estando en el agua, los teníamos encima de nuestras cabezas. ¡Bienvenidos al caribe!
Qué agobio pasamos!!! Estuvimos un buen rato dentro del agua (que por cierto, estaba deliciosa) hasta que los mosquitos volvieron a su guarida. Ahora nos reímos mucho porque la escena fue extremadamente cómica, pero en el momento no nos lo pareció tanto. Sobre todo, no busquéis sombra cerca de los manglares, ya está ocupada.
Después de nuestra accidentada entrada en el paraíso, encontramos un rinconcito tranquilo y rodeados de belleza. Dejamos las cosas y disfrutamos de día sin prisas, sin tener nada que hacer, solo disfrutar de esta maravilla de lugar.

No había ningún local para comer, ni chiringuitos ni nada (Y GRACIAS!) pero de vez en cuando salía algún hombre de la nada para ofrecernos langosta que pescan de manera ilegal. La pescan allí directamente y la cocinan delante tuyo.
Nosotros ya llegamos muy mentalizados sobre los efectos del Sol y no íbamos a Cuba precisamente a ponernos morenos. En Cayo Jutías no había ni un milímetro de sombra y por eso hay que tomar todas las precauciones que se puedan.
De vuelta en Viñales, fuimos a cenar Ropa Vieja, el plato nacional cubano por excelencia.
El Valle del Silencio
El tercer día en Viñales, exploramos el Valle del Silencio que es la zona que rodea Viñales. Llegar al valle del Silencio es muy fácil en coche propio. Se encuentra justo a la salida del pueblo.
Plantación de tabaco y café
Primero visitamos una plantación de tabaco. Ya adelantamos que nos encantó esta visita. La plantación en si está ubicada en medio de la montaña con unas vistas preciosas. No se trata de una mega plantación industrial. La plantación la lleva una familia, todo muy humilde y casero.
Los puros están elaborados a de manera manual. Según nos contaron, eso es lo que los hace tan exclusivos y que sean de muy buena calidad. Por supuesto, cuanto más calidad, más valor en el mercado.

Después, fuimos a visitar las plantaciones de café que se encontraban justo en frente. El café sí que nos gusta mucho más y después de visitar la plantación, entendimos por qué el café que tomábamos en Viñales era tan delicioso.
Nos enseñaron las plantaciones y nos explicaron todo el proceso desde el sembrado hasta la recogida de los granos de café. Nos dejaron toquetear un poco el café y hacer una pequeña degustación. El mérito que tienen estos agricultores es enorme. No cuentan con ninguna máquina industrial y muelen los granos de café a mano a golpe de machete. Todo el proceso requiere de un esfuerzo físico enorme.
Para acabar, nos explicaron cómo sacaban el jugo de la caña de azúcar. Nos hicieron una demostración e incluso nos dejaron hacerlo a nosotros mismos.
Al finalizar la visita, ofrecieron paquetes de café para comprar pero los otros turistas se quedaron con todos los paquetes que habían.
Baño en el Valle del Silencio
Después de comer, ya que estábamos por la zona, nos acercamos a un pantano de agua dulce donde está permitido el baño en el Valle del Silencio. Todo el entorno del paisaje es de un alto valor ecológico. Antes de llegar, paramos en un mirador construido con cañas y tronquitos. Queda perfectamente camuflado en el paisaje y es un buen lugar para observar aves.

Después de caminar y caminar (no se puede entrar con coche), llegamos al pantano. El agua estaba limpia, no había nada de suciedad ni dentro del agua ni en los alrededores. Una zona muy agradable.
Cócteles y música en Viñales
Nuestra última noche la pasamos con la familia de Viñales, sentados en el patio y bebiendo ron. Charlamos de todo, política, cultura, historia. Intercambiamos opiniones y experiencias. Una noche para recordar.
Siguiente etapa…
Nuestros días en el valle de Viñales se habían acabado. A la mañana siguiente, partíamos hacia una zona completamente diferente de Cuba. Llegábamos a Bahía de Cochinos con el objetivo de disfrutar de su valioso fondo marino.
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