Desde la ciudad de Christchurch fuimos a visitar Willowbank Wildlife Reserve. Se trata de una reserva de animales todos originarios de Nueva Zelanda donde se encuentran en régimen de semi-libertad. Los rescatan, los cuidan y cuando están completamente recuperados los liberan de manera controlada. En este post, te contamos nuestra visita a Willowbank Wildlife Reserve en un día muy muy frío!! ¿Nos acompañas?
Anteriormente…
El día anterior llegábamos a Christchurch bastante cansados después de unas cuantas horas de ruta por carretera desde Timaru. Este publecito nos sirvió para hacer un alto en el camino y además pudimos hacer free camping justo delante de la playa y el despertar fue mágico. Si todavía no la has leído, no te pierdas toda la entrada 👇👇👇
⇒Día 19. Timaru – Christchurch
Contents
El día anterior llegamos bastante tarde a Christchurch y no tuvimos mucho tiempo de visitar la ciudad. Además, el camping donde nos alojábamos se encontraba un poco a las afueras de la ciudad aunque en un entorno precioso.
Por la mañana, decidimos visitar WillowBank Wildlife Reserve que se encontraba a unos pocos kilómetros de Christchurch y, la tarde, la dedicamos a visitar la ciudad. Christchurch se encontraba medio en ruinas por diferentes terremotos que había habido y no quedaba mucha cosa en pie….eso sí, para nosotros ver los estragos de los terremotos ya era todo un tema.
Willowbank Wildlife Reserve: precio
Llegamos a Willowbank Wildlife Reserve y hacía un frío impresionante!! Habíamos pasado mucho frío en Nueva Zelanda pero creemos que este día se llevaba la palma con diferencia. La entrada de WillowBank Wildlife Reserve nos costó $27/persona.
Visitamos el recinto de Willowbank Wildlife Reserve
La reserva es muy grande y tiene una extensión muy amplia. En total, tardamos más de 3 horas en recorrer todo el parque. Hacía un frío espectacular, ¿Lo hemos dicho ya? No nos sentíamos ni los dedos de los pies. De los días más helados que recordamos. Esas tres horas, con el frío que hacía, se multiplicaron por dos.
Lo cierto es que no teníamos muchas expectativas porque el tema este de las reservas no nos suelen gustar demasiado. Pero tenemos que reconocer que Willowbank Wild Reserve es una reserva muy chula! Y un buen plan para complementar la estancia en Christchurch. En la reserva los animales están acostumbrados a la presencia de las personas y se acercan muy curiosos. Estaban sueltos por el parque y nos los íbamos encontrando a medida que íbamos andando. Al principio, nos daba un poco de cosa porque la verdad que no sabíamos cómo reaccionar pero después esta estructura nos gustó bastante.
Durante el recorrido, nos comimos unos bocatas que nos habíamos previamente antes de entrar y así no tuvimos que parar la visita (ni gastar dinero). Vida camper on fire!
El famoso Kiwi de Nueva Zelanda
Como ya hemos comentado, vimos muchísimos animales pero lo más destacado es que por fin pudimos ver el famoso Kiwi de Nueva Zelanda!! El Kiwi es muy difícil de verlo en libertad porque son animales nocturnos. Así que esta fue la única oportunidad que tuvimos.
Solo habían dos ejemplares de Kiwi. Estaban en una enorme sala a oscuras. Lo curioso de estos animales es que no paran de moverse ni un solo segundo, son super inquietos!! Nos costó muchísimo hacer una foto que valieran un poco la pena. Entre la poca/nula luz que había y tanto movimiento fue casi misión imposible. En esta foto se puede medio intuir la silueta del Kiwi! Os prometemos que es un kiwi.…
Cuando acabamos de ver toda la reserva, entramos a la zona de la cafetería para calentarnos. Estaba muy pero que muy bien, porque había sofás y sillones (muy cómodos) e incluso nos pudimos servir té y café caliente gratis. Después de recuperarnos un poco del frío y volver a ser personas, nos montamos en nuestra campervan y regresamos a Christchurch para visitar la ciudad.
Visita a Christchurch, un estacionamiento gigante
El primer día que llegamos a Christchurch no sabíamos de este lugar, pero después de buscar y preguntar, encontramos una zona que estaba muy cerca del centro y se podía aparcar gratis durante 3 horas. Este sitio esta en un parque ENORME y precioso al que vale la pena dedicarle un buen paseo.
Solo empezar a andar por sus calles nos dimos cuenta que la ciudad estaba completamente destrozada debido a los terremotos del 2011 y eso que ya habían pasado unos cuantos años. La mayoría de los edificios históricos estaban derruidos y los pocos que quedaban estaban totalmente apuntalados. El panorama era absolutamente desolador.
Nos dimos una vuelta por toda la zona y nos pudimos hacer a la idea de la magnitud de la catástrofe.
También vimos muchos carteles reivindicativos quejándose de los especuladores inmobiliarios aprovechando la desgracia para comprar terreno y construir estacionamientos para coches. Sí, como os lo contamos. Christchurch se estaba convirtiendo en un parquing (de pago) gigante.
Estas empresas compraban el edificio derrumbado por poco dinero, se encargan de derribarlo del todo, quitar los escombros y luego, en ese mismo lugar, se montan un buen parquing que utilizan, mayormente, los trabajadores que estaban haciendo las labores de reconstrucción. Un negocio redondo. Ya veis, chupasangres hay hasta en el mejor país del mundo.
Al día siguiente, continuamos nuestro recorrido por Christchurch y fuimos hasta Kaiapoi, una localidad cercana aún más afectada por los terremotos.
Siguiente etapa…
Al día siguiente visitábamos Kaiapoi, una localidad cercana a Christchurch. La verdad es que Christchurch se nos había quedado pequeña y necesitábamos nuestra dosis de naturaleza! No te pierdas esta ruta por la desconocida Kaiapoi.
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