Llegar a Muang Ngoy fue una de esas experiencias que no se olvidan. Nos sentimos completamente sorprendidos por la belleza del lugar. Este pequeño pueblo, tan alejado de todo, nos hizo desconectar por completo. Rodeados de montañas, con el río Nam Ou a nuestros pies, no podíamos dejar de pensar en lo afortunados que éramos por estar allí. Para nosotros, fue una de las mejores paradas de nuestro viaje por el norte de Laos. En esta entrada te contamos todo lo que vimos e hicimos en Muang Ngoy. ¿Nos acompañas?
Anteriormente…
Habíamos pasado unos días en Nong Khiaw. Otro lugar TOP de nuestra ruta por el norte de Laos. No te pierdas nuestra guía completa sobre Nong Khiaw en esta entrada:
# Nong Khiaw: que ver y hacer en esta remota aldea del norte de Laos
Cómo llegar a Muang Ngoy
Nosotros llegamos a Muang Ngoy en barca desde Nong Khiaw. De hecho, no hay otra forma de llegar.
Nong Khiaw es la localidad más cercana con estación de furgonetas. Así que para llegar a Muang Ngoy, primero, hay que llegar hasta Nong Khiaw. Desde Luang Prabang, sale una furgoneta todos los días a primera hora de la mañana que va directa a Nong Khiaw. Conviene comprar los billetes con antelación porque hay muy pocas plazas.
Desde el embarcadero de Nong Khiaw, se toma una lancha a motor que llega hasta Muang Ngoy. Hay que comprobar bien los horarios en la taquilla del embarcadero.
Dicho esto, el trayecto hasta Muang Ngoy es de los más bellos que hicimos durante la ruta por el norte de Laos. Os dejamos una pequeña muestra:
Alojamiento en Muang Ngoy
Nos alojamos en SuanPhao Guesthouse. Este alojamiento era muy sencillo. Una habitación de madera con cama, mosquitera y baño. Era austero acorde con el resto de construcciones de Muang Ngoy. La limpieza tampoco era su fuerte pero no esperábamos lujos. El desayuno sí que fue muy completo y muy rico. Eso sí, las vistas…eran indescriptibles. Una maravilla. Abríamos los ojos por la mañana y lo primero que veíamos eran las montañas imponentes a nuestro alrededor, la niebla matutina flotando sobre el río y el único sonido que había era el de la naturaleza en calma. Imposible de olvidar.
Qué ver y hacer en Muang Ngoy
Durante nuestro primer día en Muang Ngoy, disfrutamos de las vistas excepcionales de Phanoi Viewpoint, de la intensa vida social de la aldea y de unas vistas idílicas al río Nam Ou.
De camino a Phanoi Viewpoint
Una de las cosas obligatorias que hacer en Muang Ngoy es subir a este impresionante mirador, Phanoi Viewpoint.
Después de instalarnos en nuestra casa de madera, nos dirigimos al punto de inicio del Mirador Phanoi Viewpoint. Se encuentra a las afueras del pueblo y como Muang Ngoy solo tiene una calle, en esa misma calle había un cartel que indica más o menos cómo llegar.
Llegar hasta allí no fue nada fácil. Las calles sin asfaltar de Muang Ngoy se habían transformado en ríos de barro, algunas zonas eran imposible de cruzar sin hundirse hasta la rodilla. Todavía no habíamos ni llegado al viewpoint y ya estábamos llenitos de barro. Eso si, tenemos que decir que Muang Ngoy nos estaba fascinando. Estábamos sorprendidos por la naturaleza que era sencillamente incomparable y también por su autenticidad. Con barro hasta arriba, pero agradecidos de poder conocer lugares como este.
Nos costó un poquito encontrar el punto exacto donde se iniciaba la subida al mirador. Un señor que estaba por allí nos indicó dónde era exactamente (adivinó rápido donde íbamos).
Phanoi Viewpoint: entrada y subida al mirador
Después de haber subido algunos metros, nos encontramos con una caseta de madera donde pagamos 20.000 kips de entrada. En efectivo, por si alguien tenía alguna duda.
La subida fue bastante agotadora. En Laos nos hizo una temperatura estupenda, ni frío ni calor, incluso un poquito de fresquito por las noches, pero para hacer cualquier trekking, en especial, las subidas a los miradores, teníamos que ir muy tapados para evitar las picaduras de las sanguijuelas. Así que eso todavía aumentaba más la sensación de calor y de agobio.
En este mirador fue donde más sanguijuelas vimos. Estaban por todos los rincones. Teníamos que ir con cuidado donde poníamos la mano porque allí que nos estaban esperando. Íbamos cubiertos de arriba abajo, en especial teníamos bien protegidos los tobillos para que no entraran.
La subida fue bastante entretenida. El trail tenía tramos de todo tipo. Camino de tierra (barro), rocas, piedras, había zonas en las que se tenía que trepar, también cuerdas, etc.
Por fin arriba, la plataforma no daba la impresión de ser demasiado estable y algunas de las maderas del suelo estaban rotas, así que fuimos con un poquito de cuidado. Disfrutar de las vistas panorámicas desde la cima fue muy emocionante. El mirador tiene bastante altura y se aprecian las dos orillas del río Nam Ou completamente cubiertas de vegetación. Un espectáculo de la naturaleza.
El descenso fue un poquito más complicado porqué teníamos que ir con cuidado para no resbalar más de la cuenta.
Muang Ngoy, cultura y naturaleza
De regreso a Muang Ngoy, aprovechamos para hacer mil fotos de la aldea. Habíamos descubierto un tesoro!
Muang Ngoy se componía básicamente de una calle principal donde se encontraban la mayoría de casas, comercios y locales sociales. Lo que más nos gustó era la vida comunitaria que allí se vivía. Todos los vecinos estaban en el exterior de sus casas, socializando entre ellos o simplemente sentados en sus hamacas. La vida allí era hacia fuera.
Los niños corrían arriba y abajo de la calle riendo y jugando. Había muchos puestos de venda de productos de comida. No street food (no había llegado allí todavía), vendían pescado del río (unos peces enormes), vegetales, carne, utensilios de cocina, etc.
Mientras caminábamos por allí nos observaban y saludaban tímidamente pero no se acercaban a decirnos nada. Nos venían a la mente algunos lugares rurales de otras partes del mundo donde los padres enviaban a los niños a pedirnos dinero o los exponían de malas maneras para dar pena y sacar un beneficio. Esto allí no pasaba (todavía). Por cierto, nunca deis dinero a los niños, si los padres ven que es un filón, esos niños están condenados.
Cena en Muang Ngoy
Acabamos cenando en el único restaurante que había. No confiábamos mucho porque éramos los únicos clientes, pero tenemos que confesar que no cenamos nada mal! Lo único que ofrecían era hamburguesa con patatas que ni tan mal y lo que sí que estaban deliciosos eran los smothies que hacía la mujer allí mismo. Al día siguiente, repetimos porque nos encantaron!
Segundo día en Muang Ngoy
Nos despertamos con esta imagen. Solo por eso, ya estábamos encantadísimos con el alojamiento.
El desayuno estuvo muy muy rico y muy abundante. La familia fue super amable y tuvo muchos detalles con nosotros (igual influía que éramos los únicos huéspedes). Desayunando con estas vistas, eso es lo que nos llevamos.
Trekking hasta Huay Bo Village
El segundo día en Muang Ngoy hicimos un trekking precioso recorriendo parajes naturales impresionantes, cruzando ríos, descubriendo cuevas y observando la vida local en los pequeños poblados que íbamos encontrando por el camino.
Técnicamente no es un recorrido difícil, la única dificultad que encontramos fue el mal estado del terreno. Los puentes habían desaparecido y tuvimos que buscarnos la vida para cruzar los innumerables ríos o caminos inundados que encontramos. En algunos casos, nos llegaba el agua por la cintura. También habían algunas subidas pero no con mucho desnivel. Eso sí, el paisaje, increíble. Las montañas kársticas parecían sacadas de un decorado y la vegetación, potenciada por las lluvias, cubría el paisaje con un verde intenso espectacular. Una aventura total en el corazón del norte de Laos.
Llegamos hasta la pequeña aldea de Huay Bo Village. Un enclave maravilloso, extensos campos de arroz en su máximo esplendor rodeados de montañas majestuosas. La anécdota del día fue cuando, aparentemente sin nadie a nuestro alrededor, aparece una mujer la mar de sonriente y a su manera nos pregunta si queremos comer. Nos pareció un buen plan. Sacó una mesa y un par de sillas y nos sirvió unos platos de fideos. Y así de bien, nos tomamos un descanso en este «restaurante improvisado» con unas vistas de lujo.
Después de este break, decidimos que era hora de emprender el camino de vuelta. No volvimos por la misma zona. Hicimos otro circuito siguiendo bastante nuestra intuición. Google maps tiene algunos puntos marcados y más o menos nos podíamos orientar.
Esta zona de Laos es preciosa. Disfrutamos muchísimo haciendo todo el recorrido.
Final de nuestros días en Muang Ngoy
Muang Ngoi fue uno de esos lugares que nos hicieron sentir que todavía quedan rincones auténticos por descubrir. Un pueblo tranquilo, rodeado de una naturaleza imponente y con un ritmo de vida que invita a desconectar de todo. Esperamos que esta guía te ayude a disfrutarlo tanto como lo hicimos nosotros.
Ruta por el norte de Laos
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