Estábamos recién llegados a la isla de Borneo y solo poner un pie en Kuching ya nos dimos cuenta que poco o nada tenía que ver con la Malasia continental. Volvíamos al sudeste asiático más profundo y menos turístico. Nos iba a tocar sufrir con la comida otra vez, pero íbamos a disfrutar de una experiencia muy auténtica y única. Borneo no deja indiferente a nadie y a nosotros nos cautivó desde el primer momento. Ya os adelantamos que sin duda Borneo fue lo mejor de nuestro viaje a Malasia! ¿Nos acompañas en esta nueva aventura?
Anteriormente…
En la entrada anterior os contábamos nuestra experiencia en Cameron Highlands! Unas curiosas plantaciones de té que te dejaban completamente hipnotizada…Todo en esta entrada. ¡No te lo pierdas!
Día 9. Cameron Highlands: Hipnotizadoras plantaciones de té
Contents
- Cómo llegar a Kuching desde Cameron Highlands (Malasia continental)
- Aeropuerto de Kuala Lumpur
- Alojamiento en Kuching
- Primer intento de ver orangutanes
- Cambio de planes, visitando Kuching
- Indian Street, Kuching
- Mercado callejero
- Jambatan Darul Hana
- Jardines Botánicos
- Cuanto tiempo dedicarle a Kuching
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Cómo llegar a Kuching desde Cameron Highlands (Malasia continental)
Cogimos el bus de las 9.30 desde Tanah Rata dirección Kuala Lumpur. Hoy nos esperaba un largo día de viaje y transbordos pero lo hacíamos muy muy ilusionadxs, Borneo era uno de los destinos que teníamos pendientes desde hacía mucho tiempo. Un destino mágico para cualquier amante de los animales.
Tardamos unas 4 horas en llegar a Kuala Lumpur. En concreto, bajamos en la terminal de TBS. Desde allí tuvimos que coger el Air transit. Lo encontramos demasiado caro para 40 minutos de trayecto, pero los trenes que llegan hasta el aeropuerto en las grandes ciudades ya suelen tener un precio «especial». El tren hace parada en KLIA1 y KLIA2, las dos terminales del aeropuerto. Hay que saber exactamente desde dónde sale nuestro vuelo. En nuestro caso, partíamos desde KLIA2, la última parada.
Aeropuerto de Kuala Lumpur
El aeropuerto de Kuala Lumpur es enorme, como una mini ciudad. Nosotros fuimos directos al Burger King, no consumimos nada, pero su wifi es mucho mejor que el general del aeropuerto. Además tienen unos sofás enormes, perfectos para dormir cómodamente. Así que allí nos quedamos hasta que llegó el momento de partir.
Nuestro vuelo a Kuching en la isla de Borneo se retrasó un par de horas y tuvimos que avisar a nuestro hostel para que alguien nos abriera la puerta cuando llegáramos. El vuelo duraba 3 horas (que se dice rápido…).
Llegamos a Kuching y aunque ya lo sabíamos nos dio mucha rabia igual…Kuching no cuenta con transporte público que conecte el aeropuerto y la ciudad. Pero encima, si llegas a partir de las 10 (y nosotros llegamos a las 2 de la madrugada), ya te cobran tarifa nocturna. No hay nada que negociar ni regatear porque los precios están fijados (nosotros lo intentamos igualmente un buen rato…). Un trayecto de 15 minutos, nos costó 40 Ringits.
Alojamiento en Kuching
Cuando llegamos, allí estaba el pobre chico del hostel esperándonos. Todavía tuvo paciencia para enseñarnos las salas comunes y explicarnos cuatro cosas. Nuestro alojamiento era el Beds Guesthouse. Estuvimos muy a gusto en este sitio. Teníamos habitación privada y baño compartido. Lo cierto es que nunca nos cruzamos con nadie en todo el hostel. Lo mejor es que tenía cocina perfectamente equipada. También nos entraba un desayuno riquísimo y muy completo. Nos fuimos a dormir rapidísimo, teníamos planes para mañana…
Primer intento de ver orangutanes
El MOTIVO (así en grande y con mayúsculas) por el cual habíamos llegado hasta la isla de Borneo era para tener la posibilidad de ver orangutanes. Esta sería nuestra primera vez, aunque más adelante los veríamos en estado completamente salvaje en Ketambe, Sumatra.
Así que hoy, solo levantarnos fuimos directxs a la parada de bus desde donde teníamos que coger el transporte que nos llevaría hasta Semenoggh, una de las dos reservas que hay en la isla donde es posible ver orangutanes rehabilitados.
Cuando llegamos a la taquilla, la mujer nos dice que durante el día de hoy no habrá buses porque los han cogido los políticos para la campaña electoral. Sí, tal y como suena. Con toda la jeta. La política de Malasia es un tema a parte y un tanto oscuro. Nos dijo que la única manera de movernos era en Grab (taxi tipo Ubber) o en taxi normal pactando un precio. El tema es que Semenoggh está como a dos horas de Kuching. Lo bueno de viajar por un largo tiempo es que no tienes esa presión encima de hacer lo que toca cada día, así que cambiamos de planes y dejamos Semenoggh para otro día.
Cambio de planes, visitando Kuching
Como no podíamos llegar en transporte público a Semenoggh, decidimos quedarnos en la «ciudad» y visitarla (es muy peque).
De lo primero que nos dimos cuenta es que la ciudad está llena de estatuas de gatos por todas partes. Nos referimos al típico gatito chino que se le mueve la patita. Bien, el motivo no es otro que Kuching quiere decir gato en Malayo. De esto no nos enteramos hasta el día siguiente, de mientras íbamos pensando por qué motivo tenían esta obsesión por el gatito de la suerte…
Kuching no es un lugar aparentemente «bonito». Pero es radicalmente diferente a lo que habíamos visto en Malasia hasta el momento. Parecía una ciudad fantasma. Poca gente en la calle y gente «chunga» en lo que sería el paseo (ya nos advirtieron de esto). En lo referente a la comida era como volver a Myanmar, es decir, que no íbamos a comer nada de la calle. Pero cuando llevas viajando tanto tiempo y has visto tantos sitios, no solo buscas lugares «bonitos», buscas lugares que te sorprendan y viendo Kuching, teníamos claro que Borneo nos iba a sorprender y mucho….y eso que todavía no sabíamos cuánto!
Indian Street, Kuching
Nos encontrábamos en la parada de autobuses y de ahí empezamos a visitar Kuching. Como nos quedaba cerca de donde estábamos, lo que primero que visitamos fue Indian Street. Se trata de una callejuela peatonal con todo tipo de productos de la comunidad india. Ropa, comida, cosméticos, etc. No es gran cosa pero es otro mundo. Había cada personaje….no nos aburrimos nada.
Mercado callejero
Después fuimos paseando y sin quererlo nos metimos en un mercado de esos en los que Jordi se puede tirar horas haciendo fotos. Observar la vida en los mercados callejeros con ojos de viajerx es apasionante. Por suerte, las fotos no huelen y no llega el olor a pescado muerto que lo impregnaba TODO. Pero a nosotros esto ya no nos afectaba lo más mínimo!!
Jambatan Darul Hana
Después de superar la calle del mercado, nos dirigimos hacia Jambatan Darul Hana. Digamos que es así como lo más emblemático que tienen. Al otro lado, hay edificios muy pomposos que por lo que parecían eran gubernamentales pero estaban bastante abandonados.
Jardines Botánicos
También fuimos a visitar los jardines botánicos. De verdad que no sabemos si Kuching está siempre así de vacía pero es que no nos cruzábamos con nadie…era todo un poco sospechoso. Los jardines botánicos son gratuitos, solo hay que registrarse en la entrada. Es una buena opción si no tienes otra cosa que hacer (que era nuestro caso).
Después de conocer «kuching la ciudad fantasma» volvimos a nuestro hostel y de camino nos paramos en una pequeña tienda para comprar agua embotellada y comida envasada. No nos vimos con cuerpo para comer en ningún local. Todo muy sucio y no en las mejores condiciones higiénicas. Al día siguiente teníamos planes y no queríamos pasarnos el día en el baño!
Dedicamos el resto de la tarde a planear los siguientes días en Borneo. La verdad que tampoco nos vino mal tener un poco de «tiempo libre» para acabar de concretar nuestra ruta y también planificar los siguientes meses de viaje. Todavía nos quedaba mucho por delante!
Cuanto tiempo dedicarle a Kuching
#CONSEJOVIAJERO: Si vais con el tiempo justo, no hace falta dedicarle un día entero a Kuching, con verla una tarde y después de visitar la reserva de orangutanes de Semenoggh es más que suficiente.
Siguiente etapa…
Estábamos deseando conocer Bako National Park, un espectacular y precioso parque nacional. Uno de los motivos principales por el cual nos íbamos a adentrar en este paraje era para intentar ver en directo a una especie de primate extremadamente rara, el mono narigudo. ¿Lo conseguiríamos?
Día 12. Kuching-Bako National Park-Kuching
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